lunes, 12 de enero de 2009

Critica: "Bolt: Un perro fuera de serie" o la resurrección de Disney

Los míticos estudios Disney no la han tenido nada fácil en los últimos años. La mayoría de sus producciones recientes -"Vida Salvaje" (The wild) y "Chicken Little" por nombrar solo dos- no tuvieron la repercusión esperada y hasta en algún caso representaron sendos fracasos.
Por ello, resulta halagador que "Bolt" , su última creación en asociación con Pixar, sea algo tan superior en muchos sentidos.
Bolt es un perrito pastor blanco, adoptado desde cachorro por una tierna niña, protagonista de su propio programa televisivo en el que interpreta a un valeroso can dotado de enormes superpoderes con los que combate a las fuerzas del mal. Los problemas comienzan el día que escapa del estudio de filmación -del cual jamás ha salido en su vida- y se enfrenta al mundo real creyendo que tanto sus aventuras en la televisión como sus poderes son reales.
La originalidad del argumento ya de por si resulta enormemente superior al de las últimas producciones Disney. Lo bueno en este caso es que la originalidad es aprovechada al máximo en casi todos los demás aspectos del film donde la mano maestra de Pixar detrás de cada diseño, de cada movimiento y paisaje es absolutamente notoria. Basta ver la ternura desatada en cada expresión y movimiento de Bolt así como en sus aventuras para darse cuenta de lo que digo. Especialmente para el aplauso toda la secuencia inicial, cargada de acción y de una pirotecnia infográfica que deja claro por qué Pixar está en el sitial de privilegio en el que se encuentra en su campo.
La película no decae prácticamente en ningún momento -bueno, quizás si en la acostumbrada secuencia musical que promedia el relato, pero solo un poco- y, como es tradicional en casi todas las historias de la firma Disney el final guarda un mensaje, en este caso relacionado a los conceptos de hogar, amistad y a qué lugar ocupamos en el mundo.
Quienes vean la versión en inglés, podrán escuchar a Bolt con la voz de John Travolta. Y en cuanto al doblaje en nuestro idioma, me pareció bastante raro que la versión doblada al castellano -por lo menos para el Rio de la Plata- se haya mezclado el español mexicano con el rioplatense. Puntualmente, los personajes de las palomas tienen un acento indiscutiblemente rioplatense -por no decir porteño- que no tiene ningún otro personaje en toda la película cosa que en lo personal me chocó, sin olvidar que desentona bastante.
En fin, solo decir que obviando esos detalles muy puntuales estamos sin dudas ante un entretenimiento estupendo para toda la familia y a una de las mejores producciones animadas de los últimos años. Ojalá la Disney sepa exprimir al máximo su asociación con Pixar para seguir manteniendo esta calidad en sus películas.
Puntaje: 6/10

1 comentario:

  1. A mí me gustó menos que a vos, valoro esa originalidad que mencionas, pero el producto general no se aleja nunca de lo convencional.

    Te dejo mi crítica recién salida del horno y un fuerte abrazo...

    "El supercan de Hollywood"

    Una producción animada que persigue en sus objetivos discursivos el establecer las diferencias entre lo auténtico y lo ficticio propio de las situaciones derivadas del mundo de las actuaciones y de la irrealidad que proviene del cine.
    Además, y como era de esperarse en una obra Disney, hay tiempo para moralejas sobre la amistad y sobre el amor profesado entre un perro y su dueña.
    No obstante no es una cinta que se caracterice por una fuerte carga conceptual de fondo, sino que la propuesta pasa más por el lado del entretenimiento mediante una aventura de pérdida y de reencuentro entre un perro actor y su coprotagonista humana, quienes han establecido una relación de verdadera amistad que va más allá de los artificios del cine.

    La historia se enmarca dentro de lo que se denomina una “road movie”, donde hay mucho tiempo para desarrollar vértigo y toques cómicos en esa simpática y sentida búsqueda de reencuentro y de abrir la “mente” a la realidad del diario acontecer.

    La animación es soberbia, hay secuencias de acción (sobre todo al principio) que verdaderamente absorben por el alto grado de impacto visual. Nada que reprocharle desde la parte técnica, además de que está muy bien acompañada por una partitura sumamente dinámica en su carácter de la que destaco el tema "Barking at the Moon" interpretado por Jenny Lewis, ya que además de ser una pieza musical encantadora está utilizada en un momento clave del filme y es donde más alegorías aparecen sobre la añoranza del reencuentro físico y emocional de los protagonistas.

    En fin, a mi criterio es una aceptable obra de animación que gusta por su dinamismo y por su euforia narrativa, aunque verdaderamente creo que le queda bastante grande la nominación a mejor largometraje animado en los premios Oscar. No tiene tanta intensidad en su frenesí, carece de momentos entrañables que perduren en la retina del espectador y por sobre todo adolece de un mensaje de fondo fuerte que se aleje del convencional tópico sobre la amistad a pesar de todas las dificultades. Es una obra entretenida, pero no mucho más que ello.
    5/10

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