viernes, 3 de julio de 2009

"Matar a todos" (2008) de Esteban Schroeder

La historia reciente de América Latina, sobre todo en lo relacionado con los períodos dictatoriales que gobernaron en el Cono Sur del continente hasta la década de los ochenta y sus secuelas posteriores, sigue siendo una de las fuentes temáticas más abordadas por el cine de nuestros países. "Matar a todos" es una co-producción uruguayo-chileno-argentina que viene a sumarse a esta corriente que pretende funcionar como una denuncia sobre los efectos colaterales de las dictaduras militares y al mismo tiempo como un film de suspenso político.

La película del uruguayo Esteban Schroeder nos plantea los hechos relacionados con el llamado Caso Berríos, un científico chileno que trabajó en la fabricación de armas químicas para la dictadura militar de Augusto Pinochet y que a comienzos de la década del 90 fue mantenido preso y posteriormente asesinado en Uruguay. El encubrimiento en plena democracia por parte de la milicia uruguaya de los hechos, será el punto de partida del que la protagonista, Julia (Roxana Blanco) una ayudante de juez, comience una investigación sobre los mismos que terminará enfrentándola con las diversas instituciones que pretenden ocultar su relación con el crímen y hasta con su propia familia.

La combinación de elementos reales con el drama ficcional de la protagonista, será la herramienta mediante la cual Schroeder nos muestre los hechos que terminaron con la muerte del controvertido científico, segmento que ocupa la primera media hora de película y que resulta lo mejor de todo el relato. Pasado el mismo, comienza a plantearse la situación personal de Julia, sus problemas familiares y su enfrentamiento con su propio padre, un ex-militar uruguayo partícipe en la dictadura militar del país, segmento que comienza con cierta contundencia pero cuya tensión dramática e interés decaen rápidamente haciendo que los 40 minutos finales de película resulten ciertamente aburridos.
"Matar a todos" tiene la virtud de ser un producto que, visto exclusivamente desde el punto de vista de la denuncia en la que se basa, funciona correctamente y en ese sentido resulta bastante revelador al plasmar en imágenes los hechos reales tal como se supone que sucedieron y en los lugares reales en los cuales se desarrollaron, aunque al intentar combinar lo real con la ficción dramática pierde contundencia así como también bastante del interés que inicialmente genera.

A pesar de sus reconocimientos a nivel nacional y a los premios ganados en el exterior, no me parece lo mejor del cine uruguayo de los últimos años, y aunque reconozco que su media hora inicial vale la pena, no le basta para alcanzar un aceptable.

Puntaje: 4/10

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