lunes, 28 de diciembre de 2009

"AVATAR" de James Cameron

El lejano mundo de Pandora, el único planeta similar a la Tierra descubierto por el hombre, es una enorme fuente de recursos que los humanos desean explotar a cualquier precio. El único incoveniente para ello son los Na´vi, una cultura nativa del planeta que ve en los terrestres una amenaza para su forma de vida y para la estabilidad de su mundo que está siendo destruido por la codicia de los invasores.
El soldado Jake Sully es convertido por los científicos de la Tierra en un "avatar", un Na´vi creado en laboratorio, con la intención de infiltrarlo entre los nativos y convencerlos de no resistir el avance de los humanos. Sin embargo, el contacto de Sully con los aborígenes le hará descubrir su veradera naturaleza al punto de reconsiderar para que bando terminará luchando.

Larga fue la espera y creciente la expectativa por el estreno de "Avatar", un producto que prometía muchísimas cosas, entre otras el retorno con gloria de James Cameron, uno de los mejores artesanos del cine espectáculo de las últimas tres décadas.
Según sus propias palabras, el proyecto -escrito por él mismo- estuvo en el congelador casi una docena de años a la espera de que la tecnología infográfica aplicada al cine estuviera lo suficientemente desarrollada como para llevar a cabo el film mas ambicioso de su carrera.

Y está claro, vistos los resultados, que la decisión fue la mas correcta. Un film como "Avatar" filmado con los recursos técnicos de hace década y media atrás hubiese sido un mamarracho de edición directa al video. No tanto por lo que cuenta -una historia típica de choque de culturas e intereses, relato que nos remite a docenas de films similares inspirados a su vez en hechos históricos habitualmente lamentables, como la conquista española en América o el choque de los blancos con los pieles rojas norteamericanos- como por el empeño en el detalle visual y técnico con el Cameron forjó su film. Por que sin lugar a dudas, si hay algo por lo que "Avatar" destaca y por lo que quizás sea recordado en los próximos años, es por la calidad de su imagenería visual.

El empleo de la infografía digital del que hace lucimiento la película de Cameron es, por lejos, el mérito mas sobresaliente de un relato que, fuera de sus virtudes estéticas, resulta argumentalmente tan lineal como poco innovador.
Ahora bien; ¿es toda esa imaginería digital realmente una revolución en la industria del cine como se prometía desde tantisimo tiempo antes de su estreno? Bueno, mi humilde opinión es que no. Si bien es cierto que Cameron ha roto habitualmente esquemas desde lo técnico con sus films anteriores, "Avatar" está muy lejos de representar la innovación tecnológica aplicada al cine que significó "Terminator 2" a comienzos de los años 90. En esa época, ver un personaje convertirse en metal líquido o cambiar de forma o apariencia en segundos era algo poco visto y causaba la fascinación inmediata en un público que aún no estaba demasiado habituado a las incipientes técnicas de animación digital en pantalla.
"Avatar" sin embargo, es simplemente una mejora de lo ya visto en las últimas dos décadas, el paso siguiente lógico en una evolución constante en las técnicas de animación digital. Cierto es que los Na´vis infográficos lucen estupendos y están soberbiamente animados, al punto que su interacción con personajes y ambientes reales es de una perfección casi absoluta, pero aún así no causan la fascinación que podrían haber causado hace un par de lustros atrás de haber existido las mismas técnicas.


Lo que queda, más allá de su impecable factura técnica, es el trabajo de dirección de James Cameron, que vuelve a demostrar que puede hacer de un argumento trillado un entretenimiento absolutamente llevadero, con un ritmo arrollador que hace que sus casi dos horas y media de duración no se hagan pesadas.

En el terreno de las actuaciones, solo se puede decir que son simplemente correctas, empezando por Sam Worthington en el protagónico y a una Zoë Saldana casi irreconocible impostada tras el diseño digital de la nativa Na´vi a la que da vida. Lamentablemente, la participación de Sigourney Weaver en un papel cuya rudeza, aunque suavizada, recuerda a la vieja y querida teniente Ripley de "Aliens", sabe a poco y deja la sensación que fue un talento enormemente desaprovechado. A la inversa, cabe destacar muy a favor la labor del poco conocido Stephen Lang, un actor habitualmente secundario y de perfil bajo pero impecable en su interpretación de Miles Quarich, un belicoso lider militar terrestre. Por ahí también aparecen Giovanni Ribisi como un ambicioso lacayo corportativo -que me hizo recordar bastante al corrupto ejecutivo Carter Burke de "Aliens"- y Michelle Rodriguez, actriz que a estas alturas parece no saber hacer otro papel que no sea el de mujer armada y violenta.

Para redondear; el punto mas criticable de "Avatar" sigue siendo su historia, demasiado tópica. Su desarrollo es predecible y la evolución de sus personajes está atada a las convenciones típicas del maniqueísmo propio de las historias de buenos contra malos. Y aunque insisto en que no me parece que represente -como se prometía- una innovación tecnológica demasiado grande con respecto a lo ya visto en los últimos años, es un espectáculo cinematográfico mayor digno de ver -quizás sea la primera película que siento que realmente aprovecha el sistema 3D evitando que quede como un simple aderezo-, de escuchar -su banda sonora a cargo de James Horner es soberbia- y de sentir -su historia será trillada, pero emociona-.

Por todo ello, es un film altamente recomendable para cualquier público, y aunque solo el tiempo dirá si será recordado como lo mejor de su director, no dudo que se lleve unas cuantas estatuillas en la próxima entrega de premios de la Academia.
En mi opinión, merecidas las tendrá.

Puntaje: 7/10

jueves, 24 de diciembre de 2009

Falleció Brittany Murphy

Aunque sucedió hace ya un par de noches, no podía dejar pasar la tristísima partida de una de las actrices jóvenes con mayor proyección de futuro en Hollywood. A la edad de 32 años falleció Brittany Murphy, a la que muchos recordarán por su trabajo en "Sin City" de Robert Rodriguez, probablemente su papel mas destacado. Su salto a la fama lo dió en 2001 junto al actor Michael Douglas en el thriller "Ni una palabra" ("Don´t say a word") donde interpretó a una chica con un grave trauma psicológico que se ve envuelta en una trama policial. Luego vendría el drama "8 miles" junto al cantante Eminem y la comedia "Recien casados" ("Just Married", 2003).

Fue encontrada muerta por su madre en el dormitorio de su casa en la ciudad de Los Angeles, víctima de un ataque cardíaco. Una tan inesperada como triste noticia, sinceramente. Que poquito que somos.

Descansa en paz Brittany.

sábado, 19 de diciembre de 2009

"La venganza de la casa del lago" (The last house on the left) de Denis Iladis

Cuatro violentos criminales secuestran durante sus andadas a dos jóvenes chicas a las cuales violan y asesinan. Luego de abandonar sus cuerpos en el bosque deciden pedir hospedaje en una solitaria casa para guarecerse de una tormenta. Lo que ninguno de los malvivientes sabe es que los anfitriones de esa casa son en realidad los padres de una de las chicas violentadas, que tras descubrirlos comenzarán una sangrienta y brutal venganza contra ellos.
"The last house on the left" fue un film estrenado en los años setenta escrito y dirigido por Wes Craven, nombre asociado años después con las exitosas sagas "Pesadilla; en lo profundo de la noche" y "Scream". Considerada la primera película de su director (algo no del todo cierto ya que venía dirigiendo cine pornográfico desde hacía bastante tiempo) fue para muchos un mojón de referencia dentro del cine de terror de la época. Hecha con una apabullante escases de medios, pésimos actores y huecos argumentales grandes como un cráter lunar, estaba destinada al mercado de los programas dobles de autocines y pequeñas salas de barrio norteamericanas. Su pasaje por esos tugurios lo convirtió en un film bastante popular en ciertos circuitos de público, que sorprendidos por su nivel de violencia explícita poco común en el cine de género de la época, la elevaron a la categoría de film de culto.
Supongo que eso bastaba para que casi 40 años después tanto a Craven como a Sean Cunningham, productor de la versión original y creador de la mítica "Martes 13" (1980), se les ocurriese realizar una remake de su propia obra. Es así que Craven dejó a cargo al jóven Denis Iladis la dirección de "La venganza de la casa del lago", actualización de la idea base de su film de 1972 y un producto que salvando las diferencias técnicas, no tiene mucho de nuevo, porque lo que se puede cambiar de un producto originalmente tan pobre sin alterar lo básico de su escencia es muy poco.
"La venganza de la casa del lago" es, como su antecesora, un film típico y tópico de venganza, en cierta manera una apología al indiscrimanado uso de ese sentimiento -un hecho nada menor que merecería un tratamiento que aquí no voy a dar- y al mismo tiempo un intento por querer establecer un mojón referencial moderno de violencia explícita. Pero es en este último punto donde peor falla esta recreación.

Es cierto que tanto técnica como argumentalmente el film de Iladis supera con creces al de 1972, pero nada de eso lo hace mejor. Aunque la violencia de "La venganza..." fuera cinco veces superior seguiría siendo una película del montón, con los mismos defectos de la mayoría de producciones de terror recientes, entiéndase por eso, interpretaciones planas, sustos cantados, sensación de miedo inexistente y un final tan trillado como gratuito.

Pero si hay algo en lo que "La venganza..." se empareja plenamente con el film original es en que ninguno de los dos aporta nada ni al cine ni al género terrorífico. Es un producto surgido del sentido de oportunismo de Craven y Cunningham que han querido encarrilarse en esta fiebre de remakes contínuas que asola a Hollywood desde hace ya demasiado tiempo.
Podrá sorprender o impresionar quizás a los poco o nada aficionados a este tipo de películas, pero nada más que a ellos. A los que busquen algo realmente fuerte e innovador, la mejor recomendación sería que sigan buscando.

Puntaje: 3/10

viernes, 18 de diciembre de 2009

"Riddick 3" en preparación

El actor Vin Diesel declaró en estos días que volverá a encarnar el papel del fugitivo espacial Riddick en lo que será la tercera entrega de la saga iniciada en el año 2000 con "Pitch Black", un film de acción y terror por partes iguales inédito hasta hace poco tiempo en Uruguay, y que continuaría en 2004 con "La batalla de Riddick", entretenido film de aventuras espaciales que no tuvo la repercusión esperada. Ambas películas fueron dirigidas por David Thowy quien está preparando el guión de esta nueva entrega.

No se sabe mucho del contexto de la historia, pero se rumorea que la intención es volver al formato de la primera película con una historia concisa y de pocos personajes, sin las pretensiones de gran aventura que el segundo largometraje tenía.

En lo personal creo que ambas películas, aunque bien distintas, fueron estupendas como vehículos de entretenimiento más allá de que no eran productos destinados al gran público sino mas bien para el aficionado a las aventuras de ciencia ficción light.
Vin Diesel en general siempre ha sabido elegir en que se mete -bueno... a excepción del mamarracho de "Babylon A.D." de la que ya diré algo en otro momento-asi que tengo confianza en que esta tercera entrega mantendrá el nivel.

George Lucas prepara "Star Wars 3D"

Supongo que era inevitable que a un mercachifle del nivel de George Lucas no le sedujera convertir su principal creación -y tambien fuente de ingresos- al resucitado y nada novedoso sistema de proyección en 3D.
Según el sitio web CommingSoon.net, Lucas estaría preparando versiones tridimensionales de las seis películas de la saga "Star Wars" a estrenarse entre los años 2010 y 2011. La empresa Dreamworks sería la encargada de llevar a cabo la conversión al formato tridimensional de la sextología.

Para rematarla, un anuncio reciente de sus voceros indican que Lucas también aprovecharía la volada para crear una nueva trilogía de películas hechas exclusivamente en tecnología 3D y cuya trama podría colocarse cronológicamente entre "La venganza de los Sith" de 2005 y la clásica "Una nueva esperanza" de 1977.

En fin. Para quien esto escribe la verdadera magia de la saga "La guerra de las galaxias" se resume en las tres primeras películas filmadas entre 1976 y 1983, y todo lo que vino después -salvando alguna que otra excepción- no han sido más que productos que explotaron su éxito en detrimento de su calidad reduciendo su mística a la de una caja registradora. La reciente serie televisiva con su innecesario piloto cinematográfico es una prueba más que cabal de ello.
No espero demasiado de lo que salga en un futuro con su grifa. Ni de Lucas tampoco.

sábado, 5 de diciembre de 2009

"Furia de Titanes" (Clash of the Titans, 1981) de Desmond Davis

Perseo, hijo ilegítimo del dios Zeus, debe rescatar a su amada Andrómeda que ha sido entregada en sacrificio al monstruoso Kraken. Tiene 30 días para ello, recorriendo vastas regiones y enfrentando todo tipo de amenazas en busca de la cabeza de Medusa, cuyo poder es lo único que puede detener al Kraken.

Recuerdo haber visto por primera vez "Furia de Titanes" de niño en una de esas matinees en las que podías ver tres películas seguidas por poco dinero a comienzos de los 80. No voy a hacerme el nostálgico diciendo que fue una película que me marcó a fuego o que la recuerdo con cierto cariño porque sería una mentira. Muy por el contrario. La he visto al menos tres o cuatro veces en los últimos 20 años y cada vez que lo hice mi sensación final era como la de la primera vez; de poco convencimiento.

Sucede que "Furia de Titanes" ya era un film anticuado en muchos aspectos al momento de su estreno, razón entre otras que motivó su estrepitoso fracaso en taquillas. Por ese entonces millones de espectadores aún estábamos fascinados con el despliegue visual de la saga "Star Wars" de George Lucas que supuso toda una innovación desde lo técnico y el modelo a seguir por el cine fantástico futuro. Todo por debajo de su nivel técnico ya comenzaba a ser obsoleto. Y "Furia de Titanes" no fue la excepción sino mas bien la confirmación del final de un época y del comienzo de otra.

Sus efectos especiales estuvieron a cargo de Ray Harryhausen, un veterano especialista en la técnica de animación de miniaturas conocida como stop-motion, un artesano que tenía en su haber un largo historial de películas de corte similar algunas de ellas verdaderos clásicos de la aventura como "Jason y los argonautas" (1963), probablemente la mejor de su carrera, y "El viaje dorado de Simbad" (1974) entre tantas otras. Pero para fines de los años setenta los efectos especiales como el stop-motion ya comenzaban a verse algo defasados.
Sin embargo, tanto Harryhausen como el guionista Beverly Cross y el director Desmond Davis, creyeron que sus técnicas de miniaturas y maquetas podían competir con los incipientes pero cada vez más avanzados efectos digitales y las técnicas animatronics que películas como "El imperio contraataca" o "Viaje a las estrellas" estaban imponiendo como el nuevo estándar.
Sería injusto decir que Harryhausen fue el principal culpable, pero ciertamente, le faltó demasiado pulido a sus secuencias de efectos especiales. La interacción de criaturas fantásticas en miniatura con personajes y escenas reales cantan demasiado a lo largo de todo el metraje; diferencias contínuas de iluminación, de tamaños y de sombras terminan por hacer que hasta el espectador menos ducho se de cuenta que hay demasiada pobreza en el acabado de sus efectos. Posiblemente ello se deba a que buena parte del presupuesto del film se volcó en contratar a las luminarias de su reparto, empezando por un actorazo como Laurence Olivier, que aún aquejado de la enfermedad que lo terminaría matando, igualmente compuso un estupendo dios Zeus. Junto a él también aparecen un impecable Burgess Meredith y una legendaria Ursula Andress, que aún conservaba algo de la belleza de su época de chica Bond aunque su participación se reduce a decir veinte palabras en toda la película. Es una pena que ese cuidado en la elección de secundarios no haya estado en la de su protagonista, Harry Hamlin en el papel del valeroso Perseo, un actor apático y poco expresivo con el que es casi imposible identificarse debido a su lejanía con el personaje.

Por otro lado, el guión escrito por Beverly Cross tampoco ayudó mucho. Cross era un apasionado de la mitología griega que había intentando durante años llevar el mito griego de Perseo a la pantalla. "Furia de Titanes" fue su oportunidad de hacerlo, pero la verdad es que fue una oportunidad desperdiciada. Su historia está repleta de tiempos muertos y de secuencias que parecen fabricadas solo para meter algún efecto especial cuando se puede. Así, hay momentos realmente chatos -las largas chácharas de los dioses encabezados por Zeus y casi toda la hora inicial de película- con otros de estupenda tensión que debieron ser el patrón a seguir -la entrada en la guarida de Medusa, de lo mejor de toda la película- y algunas secuencias de acción de puro relleno -la pelea contra los escorpiones gigantes, pésimamente fotografiada y demasiado larga-.

Para peor, la dirección del televisivo Desmond Davis es tan impersonal como irregular, al punto que hay momentos en que parece estar dirigiendo un episodio de alguna serie televisiva o algo por el estilo. Sencillamente no era el indicado para un film de características épicas como este.

"Furia de Titanes" queda entonces relegado a ser un producto mas apto para los fanáticos de Harryhausen y para los nostálgicos mas acérrimos a su trabajo que para cualquier otro. De haberse filmado diez años antes quizás hubiese tenido una mejor acojida en su momento y un mejor recuerdo hoy. Lamentablemente, ya era demasiado antigua al momento de su concepción.

Puntaje: 4/10