lunes, 25 de enero de 2010

"Amor sin escalas" (Up in the air, 2009) de Jason Reitman

Recién al terminar de ver "Amor sin escalas" uno puede entender el motivo del enojo de quienes aseguran que el título al castellano de "Up in the air" es tan ridículo como poco apropiado. En efecto. Lejos de ser un film romántico como engañosamente los tituladores al castellano del mismo nos quieren sugerir, "Up in the air" -como me referiré de aquí en mas al producto en cuestión- es en realidad una comedia dramática inspirada en la actual situación de crisis que vive el país inventor del dólar.

George Clooney interpreta a
Ryan Bingham, un especialista en reducción de personal que recorre en avión los Estados Unidos -de ahí el "arriba en el aire" del título original en inglés- avisando a los desafortunados empleados de las empresas que contratan sus servicios que han sido despedidos. Absolutamente frio y metódico, sus constantes viajes hacen que prácticamente no tenga un domicilio permanente. Su única relación amorosa mas o menos regular y muy libre, se basa en encuentros programados mediante agenda electrónica. Su única afición -si asi se le puede llamar- es acumular millas de viajero, con la única finalidad de formar parte de un club de 6 o 7 miembros de viajantes exclusivos. Su mundo de relaciones personales es pequeño y se limita a unas pocas reuniones en su lugar de trabajo y a unas cuantas llamadas a su familia cada tanto.
Sin embargo, su medido mundo de horarios, vuelos y hotel
es comienza a temblar cuando una jóven empleada recién contratada por su empresa (una estupenda Anna Kendrick) intenta imponer un nuevo sistema de despidos via internet que acabaría con esa vida de viajes contínuos a la cual ya está totalmente acomodado. Ante el rechazo de Bingham al sistema, su superior decide que su recién incorporada compañera de trabajo viaje con él para ganar experiencia y, al mismo tiempo, para comprobar la viabilidad de esa nueva forma de "terminar" empleos.A partir de ese momento, el film de Jason Reitman (hijo del conocido director de comedias Ivan Reitman) se convierte en una especie de road movie aéreo, donde ambos personajes aprenderán algunas cosas del otro y también de ellos mismos.
Reitman ya había destacado hace un par de años con el inesperado éxito de "Juno", un film indepe
ndiente que sin ser nada del otro mundo llegó a competir por el Oscar. Pero "Up in the air" es un film mucho mas maduro y mejor concebido que aquel, en buena medida gracias a la prolija adaptación firmada por el propio Reitman de la novela de Walter Kirn en la que se basa.Sin embargo, es en la actuación de George Clooney que reposa buena parte del valor de un film que, mas allá de sus valores propios, no tiene nada especialmente nuevo con respecto a otros productos de temática similar -a saber; hombre solitario que descubre la posibilidad de una nueva vida frente a una situación inesperada- salvo el contexto de crisis económica reciente del gran imperio del norte en el que se plantea. Y justamente, son los momentos en los que se desarrollan las entrevistas de despido, que enfrentan al protagonista del relato con la realidad mas cruel de la caida del sueño americano, los momentos más álgidos de la película.
Por ello, no deja de ser una pena que el film no se haya decantado un poco más por esa vertiente de realidad actual prefiriendo centrarse durante bastante rato en los aspectos mas familiares e íntimos del protagonista -incluidas secuencias como la de los preparativos de boda de su hermana- que sin llegar a ser totalmente superfluos, aletargan demasiado el meoyo de la trama restándole valor al conjunto y a la idea inicial.
Afortunadame
nte, en los tramos finales del relato la historia vuelve mas o menos a los carriles establecidos al comienzo, siendo todo un logro del guión escapar del típico y forzado happy end en el que tan habitualmente terminan cayendo este tipo de historias de autodescubrimiento personal.
Mención especial merece la labor de Anna Kendrick, una jóven actriz que promete y mucho -aunque vista en la mediocridad de la saga "Crepúsculo" no lo parezca- cuya actuación opaca bastanta a la de Vera Farmiga, otra notable actriz que aquí no llega a lucirse tanto, mas por méritos de sus compañeros de reparto -Clooney y la misma Kendrick sobre todo- que por su performance como intérprete.

"
Up in the air" es un film que vale la pena verse. No es una gran película -pocas lo son hoy día- pero si una muy buena, que pudo haber sido mejor de haber tomado otros derroteros que prefirió no seguir. Con todo, tiene los suficientes valores artísticos así como reflejos de una cruel realidad actual como para ser una propuesta sumamente llamativa y valedera, a la que seguramente la Academia premiará con más de una estatuilla en la próxima entrega de los premios Oscar.
Puntaje: 6/10

lunes, 18 de enero de 2010

"Sherlock Holmes" de Guy Ritchie

El siniestro Lord Blackwood es detenido tras cometer una serie de crímenes rituales por Sherlock Holmes y el doctor John Watson, investigadores particulares al servicio de la policía de Scotland Yard. Blackwood es condenado a muerte y ejecutado en la horca, pero su cadaver desaparece misteriosamente y hay quienes aseguran que ha vuelto a la vida con el único objeto de vengarse de la ciudad que lo condenó. El terror se apodera de Londres y solo la perspicacia de Holmes y su fiel amigo Watson pueden resolver un enigma de características tan sobrenaturales.

Debo admitir que aunque en mi infancia leí algunas de sus aventuras nunca fui fanático del personaje de Arthur C. Doyle, ni el de la obra literaria ni el de las numerosas versiones fílmicas inspiradas en ella. Quizás sea por ello que esta nueva versión dirigida por el ex-marido de Madonna no me haya parecido, como a muchos de sus fieles seguidores, una afrenta irrespetuosa a sus orígenes.
Esto último me resulta llamativo, porque este nuevo Holmes se parece mucho más de lo que su fanáticos seguidores quieren asumir al que Conan Doyle retrató en sus libros. En efecto; lejos de la imagen refinada, pulcra y exacerbadamente intelectual y meditativa que habitualmente el cine nos ha dado del personaje, interpretado en sus encarnaciones mas célebres por actores de la talla de Basil Rathbone o Peter Cushing, o en las menos por Roger Moore o hasta el mismísimo William Shatner, los nuevos Holmes y Watson de Guy Ritchie son, como en las diversas novelas, hombres tanto de acción como de palabras, sin demasiados reparos cuando la necesidad los obliga a ir a los golpes contra adversarios aún mas fuertes o numerosos que ellos, dotados de una gran habilidad para el combate cuerpo a cuerpo -ambos son expertos en diferentes disciplinas de defensa personal, cosa que también esta tomada de las novelas-, con un sentido de justicia que habitualmente saben fundir con su gusto por la aventura.

De esa forma Ritchie evade ágilmente toda la iconografía habitual relacionada con el personaje -la gorrita cazadora, su enorme pipa y hasta su recordado "Elemental mi querido Watson", elementos estos ajenos a la obra de Doyle e inventados en adaptaciones teatrales y cinematográficas posteriores- apuntando así a actualizar al mismo. ¿El resultado? Un film digno y divertido, con dosis de humor -casi siempre procedentes de las discusiones entre sus protagonistas centrales- metidas en una trama de misterio que no queda demasiado opacada por la acción mas allá de que tampoco sea algo demasiado original que se diga.
Robert Downey Jr. da todo de si a su Holmes, impostándole ticks mas propios de su persona que del personaje en cuestión, convirtiéndolo en un egocéntrico misógeno y solitario empedernido, poco higiénico y amante de las peleas callejeras que goza alardeando de sus brillantes dotes deductivas dando explicación a lo inexplicable por mas sobrenatural que ello parezca. Por su parte, Jude Law y su doctor Watson, si bien mas centrado y con un perfil más cercano al del típico caballero inglés, es un obesesionado por el método pero amante de la acción, incapaz de rechazar una buena pelea cuando esta se presenta, lo que lo deja muy lejos de la imagen habitualmente pasiva y regordeta que tan empecinadamente las obras posteriores a la muerte de Conan Doyle así como muchas películas nos han habitualmente presentado.

El resto del reparto cumple, destacándose Mark Strong como el malvado Lord Blackwood, una némesis casi perfecta de los protagonistas solo opacada por la imagen del malvado Dr. Moriarty, villano habitual en la obra original pero que aquí aparece entre bambalinas como un prometedor rival en una futura secuela. La preciosa Rachel McAdams por su parte, funciona a duras penas como una necesidad argumental momentánea, pero que con un poco mas de esmero bien podría haber sido totalmente eliminada del libreto y sustituida por algún personaje un poco mas interesante.
La reconstrucción de época es soberbia, presentándonos una imagen de Londres de fines del siglo XIX repleta de grises, sucia y amenazadora, muy lejana a la brillante imagen victoriana que tantos otros films de época han plasmado de ella, trabajo visual producto de una combinación ideal de decorados reales y vestuario con la ya habitual infografía digital.

"Sherlock Holmes" es , por lo tanto, un film que toma las facetas menos conocidas del personaje literario o, por lo menos, las que el cine habitualmente ha preferido evadir, siendo la combinación de las mismas con las clásicas e impostadamente icónicas el principal logro del trabajo de Ritchie. No digo que el film vaya a hacer historia -probablemente en un año nadie siquiera lo recuerde- pero su suma de elementos y la forma en la que están ensamblados para darle nueva vida a algo tantas veces visto es lo suficientemente encomiable como para que merezca la pena pagar una entrada y verla.

Puntaje: 6/10