sábado, 20 de marzo de 2010

"Vivir al límite" (The hurt locker) de Kathryn Bigelow


El sargento William James llega a Irak para formar parte de un grupo de comandos especializados en la desativación de trampas explosivas. Las numerosas misiones que deberá cumplir le irán descubriendo la realidad de un conflicto del que parece no haber salida.

"Vivir al límite" es una de esas películas que habitualmente encantan a los críticos de cine de todas partes pero que a pesar de ser multipremiada en cada festival que se presenta, igualmente resulta bastante ignorada por la mayoría del público. Prueba de ello es el pésimo resultado en taquilla que tuvo en Estados Unidos donde apenas logró recuperar el costo total de su realización.

Es quizás, y probablemente, algo injusto para un film que más allá de los premios recibidos -que pueden ser merecidos o no, eso es discutible- no promete más de lo que termina dando. Muchos de los detractores de la multipremiada película de Kathryn Bigelow le achacan el hecho de no ser un producto políticamente jugado en ningún aspecto, cosa que es cierta. Al film de Bigelow no le interesa condenar ni criticar la ocupación del ejército estadounidense de Irak sino que se limita a mostrar en acción a un grupo de soldados operando lejos de su país, con sus miedos y sus dudas, sin juicios de valor sobre sus actividades y lejos de las estridencias habituales del cine de acción hollywoodense.

"Vivir al límite" se compromete exclusivamente con lo que narra y con sus protagonistas, con nada más. El resultado es una película de guerra que funciona correctamente como tal, en buena medida por el estilo pausado y casi documental por el que Bigelow optó para narrarla que le funciona bastante bien y que salvando algunos bajones de ritmo esporádicos, mantiene la tensión durante casi todo su desarrollo. No hay una historia lineal pero si un personaje central; el soldado William James (Jeremy Renner, en una buena actuación aunque dudosamente merecedora de la nominación al Oscar que obtuvo por la misma) personaje a través del cual vemos diferentes facetas del conflicto en el que está envuelto así como las motivaciones personales que lo impulsan -como a sus compañeros- a continuar peleando una guerra que poco le interesa pero que íntima e irónicamente siente como un motor para su vida. Tampoco hay un comienzo y un final como los que habitualmente el espectador medio concibe como tales -de hecho, el final de la película es prácticamente el comienzo- ya que todo el relato funciona como un conjunto de viñetas, de pequeñas misiones que los protagonistas deben realizar con breves intervalos entre ellas que sirven para presentar algunas facetas personales de los personajes centrales que ayudan a darle cierta de dimensión a los mismos.

El trabajo de Bigelow es tan correcto como efectivo, pero a mi juicio dista mucho de ser merecedor de un premio de la Academia. Lo mismo se puede decir de su película, que está lejos de ser un nuevo "Pelotón" (1986) o "Nacidos para matar" (1987) películas referenciales del cine bélico posterior a su realización y que a diferencia del film de Bigelow prefirieron exponer una severa crítica sobre un conflicto bélico en particular y sobre la vida militar en general. Por el contrario, la directora se mantuvo muy lejos de esa intención y se concentró exclusivamente en resolver las diversas secuencias de acción de la manera más pulcra posible al punto que estética y emocionalmente resultan casi perfectas.

Más allá del merecimiento o no de los premios que recibió, "Vivir al límite" funciona correctamente como film de acción. No busca crear polémicas, ni discusión, ni tampoco ofrece salidas o reflexiones sesudas sobre los por qué de un conflicto que a estas alturas parece eterno, pero tampoco tiene la obligación de hacerlo. Seguramente no pasará a la historia de lo mejor del cine bélico, pero es indudable que es un producto bien filmado y bastante entretenido. Yo diría que con eso ya es suficiente.

Puntaje: 6/10

lunes, 15 de marzo de 2010

"Solo para parejas" de Peter Billingsley

No hay caso. El género de comedia norteamericano sufre del mismo agotamiento general que casi todos los demás géneros y parece hundirse cada vez más en un pozo del que aparentemente le es difícil salir. Es por ello que cuando nos llegan honorables excepciones como la muy valorable "¿Qué pasó ayer?" (2009) y alguna otra de calidad similar, uno sienta que deba aprovechar al máximo la experiencia de visionarla.
Pero con "Solo para parejas" se da el caso inverso. Un producto que de forma inexplicable se está proyectando en cines de todas partes pero que perfectamente podría -y debería- haber sido editado directamente en dvd dejándole la oportunidad a otras películas de más valor ser estrenadas. Por que "Solo para parejas" es una pobrísima propuesta reidera -si se le puede llamar asi- que nos vuelve a traer al Vince Vaughn de siempre, un actor que, de forma incompresible, se ha perfilado desde hace pocos años como uno de los nuevos talentos cómicos hollywoodenses, pero con el plus de haber participado en el guión junto con el también protagonista y aún menos gracioso Jon Favreau y la guionista Dana Fox. Ninguno de estos nombres son una promesa de talento a la hora de hacer reír, así que no es de extrañar que los resultados de ésta comedia exageradamente localista y muy mal rumbeada, hayan resultado tan anémicos en todos los sentidos.

La historia de cuatro parejas que por pedido y recomendación de una de ellas deciden viajar de vacaciones a una paradisiaca isla en la que se ofrece un programa de "mejora" de la vida matrimonial -de ahí lo de solo para parejas- promete poco de entrada y, para peor, lo poco que promete se va diluyendo rápidamente a lo largo de las larguísimas dos horas que dura el asunto. Prácticamente no hay en todo ese tiempo ninguna ocurrencia que se pueda llamar realmente graciosa -salvo quizás la secuencia de la clase de yoga y alguna más perdida por ahí- lo que hace que la película mantenga olímpicamente su chatura durante sus 120 minutos . El elenco tampoco ayuda mucho y el solo hecho de ver al veterano Jean Reno haciendo de francés pirado, en un papel secundario bochornoso que termina de hundir definitivamente su carrera en Hollywood, remata toda expectativa que uno pueda tener de que la cosa mejore.
Como consuelo quizás para el público masculino, por ahí están las preciosas Malin Akerman y Kristen Bell en unos protagónicos de puro adorno que al menos entretienen la vista.

Para colmo de males, el remate final típico y de fórmula en este tipo de comedias berretas, trata de exaltar la vida matrimonial más allá de cualquier escollo de una forma tan ingenua y apresurada que bordea el ridículo. La dirección de Peter Billingsley, actor secundario devenido en director con una notoria inexperiencia tras las cámaras, no ayuda para nada tampoco haciendo que el ya de por sí pobrísimo timing cómico del guión denote aún mas su carencia de ideas.
Seguir hablando de "Solo para parejas" sería repetir una y otra vez lo aburrida que resulta a todos los niveles. Lo mejor que tiene -que es poquísimo- puede verse compendiado en su trailer promocional.
Sin dudas, de lo peor de este año estrenado en salas.

Puntaje: 3/10

domingo, 7 de marzo de 2010

"Al filo de la oscuridad" de Martin Campbell

Inspirada en una famosa serie de televisión británica ochentera -prácticamente desconocida fuera de su país de origen- "Al filo de la oscuridad" comienza cuando el detective de homicidios Thomas Craven (Gibson) presencia el asesinato de su propia hija. En su desesperación y dolor, Craven inicia una investigación personal en la que descubre que lo que parecía un atentado fallido contra su vida, es en realidad parte de una conspiración que involucra a su hija con el tráfico ilegal de armas y con encumbrados miembros del gobierno que harán lo imposible para cubrir sus oscuras negociaciones.

"Al filo de la oscuridad" marca el regreso a la actuación de Mel Gibson tras ocho años de ausencia frente a las cámaras. No fueron años sabáticos exactamente, ya que en ese tiempo preparó y dirigió la muy controvertida "La pasión de Cristo" y la entretenida "Apocalypto", ambos sendos ejemplos de su talento para la dirección.
Si bien es cierto que Gibson como actor no tiene que probarle nada a nadie -casi 30 años en el negocio no son moco de pavo- creo que el haber elegido "Al filo de la oscuridad" como llamador para su regreso no fue de las elecciones mas acertadas de su carrera.

Que no se me mal entienda; "Al filo de la oscuridad" no es una mala película, pero no lo es en buena medida porque Gibson está en ella y lleva sobre sus hombros casi toda la carga del producto, un producto cuyo argumento, a pesar de empezar bien y con fuerza, comienza a desbarrancarse hacia su primer cuarto de hora a un punto medio entre el no saber como seguirla al relleno de minutos en base a pura cháchara. Y ahí está su principal falla; las impactantes escenas de acción, que nos presentan a un Gibson expeditivo y casi sádico como el que hace años le vimos en la mucho mas divertida "Revancha" (2000), son tan esporádicas y distanciadas entre si que pierden la efectividad que podrían haber tenido de no ser por la excesiva carga verborrágica del argumento, que en busca de complicarlo todo fabricando conspiraciones sobre mas conspiraciones, termina haciendo demasiado larga una historia bastante rutinaria y predecible que bien se podría haber contado en media hora menos.
La dirección de Martin Campbell, un especialista en cine de acción que cuenta en su curriculum con la resurrección de el Zorro en "La leyenda del Zorro" del año 2005 y del nuevo James Bond en "Casino Royale", es solo correcta pero intachable, ya que con el material con el que contaba su talento detrás de las cámaras poco podía hacer.
También es destacable la labor de Ray Winstone, veterano actor inglés que aquí interpreta a un críptico agente encubierto, encargado de "limpiar" el camino de la gente poderosa para evitar cualquier sospecha sobre sus crímenes, una tarea que ya no lo complace y que al punto del hartazgo comienza a actuar más regido por su conciencia que por las órdenes de sus superiores.

En definitiva, "Al filo de la oscuridad" es un film bastante irregular. Su demasiado alargado juego de conspiraciones políticas y venganza resulta algo demasiado visto y poco original, al punto que aburre por momentos tanto como impacta en otros pero en un desbalanceado equilibrio que termina jugándole en contra y que solo salva parcialmente la fuerte presencia en pantalla de un Mel Gibson que, aún saliendo airoso de este trance, debería empezar a elegir mejor sus papeles futuros.

Puntaje: 4/10

miércoles, 3 de marzo de 2010

"Terror en la Antártida" (Whiteout) de Dominic Sena

Otra de las grandes decepciones de lo que va del 2010, "Terror en la Antártida" pasó sin pena ni gloria por cines locales y rápidamente fue editada en dvd, medio en el que aparentemente está teniendo bastante más éxito.
Los intentos de su engañosa publicidad previa, que pretendían venderla como un film de terror con ribetes fantásticos aderezado por secuencias de acción de alto nivel, muy en la onda "The Thing" de John Carpenter o similares, no dieron resultados y tanto público como crítica le dieron la espalda.
"Terror en la Antártida" no es otra cosa que un thriller policial cuya principal particularidad es el desolado escenario antártico en el cual se desarrolla y cuyos peligros naturales son en buena medida parte de su atractivo. Basada en la novela gráfica "Whiteout" publicada en 1998, la historia nos presenta a Carrie Stetko (Kate Beckinsale) una agente federal asignada a representar la ley y el orden en una base polar durante dos años. A pocos días de abandonar la base antes de la llegada del cruel invierno polar, una cadena de misteriosos asesinatos relacionados con un raro hallazgo en medio de la nieve harán que la agente Stetko inicie una carrera contra reloj para averiguar quien está detrás de los crímenes. Igual de lineal que el argumento de la historieta en la que se basa, su principal virtud es serle bastante fiel en ese y en casi todos los demás aspectos. No hay grandes sorpresas en su desarrollo ya que desde el inicio cualquier espectador mas o menos curtido en este tipo de películas puede deducir de que va el asunto y los motivos potenciales por los cuales el misterioso asesino está eliminando personas. El director Dominic Sena, ferviente admirador de la obra impresa, luchó durante años para llevarla al cine y dirigirla. Es una pena que no lo haya logrado una década atrás, cuando probablemente un film con estas características hubiese funcionado un poco mejor al no tener que competir con tantos productos de suspenso similares.
La actuación de Beckinsale -cada vez mas peligrosamente encasillada con este tipo de papeles de mujer ruda- está dentro de los estándares de lo que ya le vimos en otras películas suyas, sobre todo en la saga "Underworld", por lo que se puede decir que cumple y poco más. La dirección de Sena es correcta más allá de que por momentos parece que estuviera dirigiendo un telefilm caro, pero dudo mucho que el mismo material en manos de otro hubiese arrojado resultados mucho mejores.

"Terror en la Antártida" no es un film aburrido, pero si rutinario, cosa que comparte con la novela gráfica en la que se basa y de la cual podría haber tomado otras lineas argumentales que lo hubiesen hecho algo mas jugado y atractivo, como la sugerida bisexualidad de la agente Stetko, elemento eliminado en la adaptación al cine presumiblemente en aras de mantener una corrección política que se antoja algo pacata en los tiempos que corren.

De todas formas si bien no es de lo mejor, "Terror en la Antártida" tampoco es de lo peor del cine de suspenso reciente, y si uno es capaz de obviar la pretensiosidad nunca cumplida de su propuesta, bien puede amenizar una tarde de domingo frente a la pantalla del televisor.

Puntaje: 5/10