miércoles, 30 de junio de 2010

"Toy Story 3" (2010) de Lee Unkrich

Andy ha crecido y está por partir a la universidad. Sus juguetes están preocupados por saber cual será su destino ahora que su dueño ya no jugará más con ellos. Por un mal entendido, la madre de Andy termina donándolos a un jardín de niños, lugar que a primera vista parece el mejor sitio para volver a empezar. Sin embargo, los juguetes residentes no les harán las cosas nada fáciles.

No hay dudas que estos 10 años que han pasado desde el estreno de la segunda película de la ahora trilogía "Toy Story" no han sido en balde.

Son muchos los productos similares y competidores directos que han aparecido en ese tiempo, pero el encanto de personajes como el valiente vaquero Woody o el astronauta Buzz Lightyear es difícil de superar y esto es algo que sus creadores tenían muy claro. Es por eso que se tomaron una década para idear una historia a la medida del éxito de las dos entregas anteriores y que al mismo tiempo les hiciera honor a esos personajes a los que todos recordamos con tanto cariño.

Pues bien; debo decir que los señores de Pixar lo lograron de nuevo, porque "Toy Story 3" es una maravilla a la que cuesta comparar con sus antecesoras, no porque su nivel cualitativo sea menor, sino porque es uno de esos raros casos donde es muy dificil saber en que lugar de preferencia colocarla.

Técnicamente sigue siendo tan intachable como sus antecesoras aprovechando los avances que se han producido en su campo en los últimos años. Se ha perfeccionado el diseño de los protagonistas así como su animación y se ha puesto mucho más énfasis en la terminación de los ambientes sobre todo en lo referente al colorido de los mismos, brillos y efectos de iluminación.
La versión en 3D -que fue la que yo vi- destaca en algunas ocasiones realzando determinadas secuencias, sobre todo cerca del final, pero realmente no se pierden de mucho si la ven en su versión 2D.

Lo realmente importante es que toda esta parafernalia tecnológica está al servicio de una historia que es la verdadera estrella de la película. Una historia que homenajea no solo a otros géneros y películas -"El gran escape" como la referencia mas obvia- si no también a las dos películas anteriores, tomándose el tiempo hasta para explicar por qué algunos personajes vistos anteriormente ya no están pero al mismo tiempo introduciendo otros nuevos. Y en este último apartado cabe destacar al vanidoso Ken -imposible no reirse con las recurrentes bromas sobre su dudosa masculinidad y su condición de accesorio Barbie- y el oso Lotso, un enorme oso de peluche de tierna sonrisa pero tras la cual esconde unas malévolas intenciones. Hay otra docena de personajes nuevos cuya lista de nombres sería imposible de incluir en este comentario y que hacen de esta tercera película algo aún más especial de lo que ya es.

"Toy Story 3" conserva todo el humor y encanto de sus antecesoras, y en algunos momentos hasta los supera, cosa tremendamente difícil de hacer en los tiempos que corren. La prueba mas notoria de ello es el triste periplo del personaje estrella de la Dreamworks, "Shrek", que luego de habernos maravillado a todos con la primera entrega hace ya 9 años degeneró en una larga serie de películas -la cuarta se estrena justamente en estos días- repleta de ideas mal recicladas que solo lograron que el personaje y su universo se desgastaran por una abusiva sobreexplotación.

En cambio, el espíritu original de aventura, de humanidad y calidez que desprenden los juguetes vivientes de Pixar sigue intacto década y media después.
Esta tercera película da toda la impresión de ser el punto final de la saga. Si realmente lo es, resulta brillante, pero si no solo cabría pedirle a sus creadores que se tomen otra década más si hace falta para igualarla o superarla.
Frente a maravillas así nuestro niño interior siempre estará dispuesto a esperar.

Puntaje: 8/10

domingo, 27 de junio de 2010

"Sobrevivir" (Stay Alive, 2007) de William Bell

"Sobrevivir" es lo último en videojuegos de supervivencia ofreciendo a quien lo juegue una experiencia única y sorprendentemente realista.
Solo tiene un pequeño problema; quienes lo juegan terminan muriendo asesinados de la misma manera que lo fueron en el juego. Hutch (Jon Foster) descubre junto con un grupo de amigos que el haber jugado el mortal videojuego está matándolos uno por uno. La única forma de evitar su propia muerte y la del resto de sus compañeros es descubrir quien y por qué ha programado tan siniestro entretenimiento.

Enésimo intento de hacer surgir una nueva saga de terror slasher esta vez combinando elementos sobrenaturales con otros de tecnología actual, más precisamente con el mundo de los videojuegos. Para ello, el guión toma al personaje de Erzebeth Bathory, una condesa húngara del siglo XVII conocida por haber asesinado a docenas de mujeres para beber su sangre -una leyenda europea real que el guionista traslada de forma muy artificiosa al Nuevo Orleans actual- y la convierte en el monstruo de un sangriento juego de computadoras que por razones sobrenaturales es capaz de entrar en el mundo real para asesinar a quienes intentan matarla en el mundo digital.

Lamentablemente, la combinación de todos esos conceptos queda lastrada por un guión demasiado soso, al que si bien hay que reconocerle que no se demora demasiado en ir al meoyo del asunto, está plagado de ideas repetidas, quizás muy buenas en el papel pero que en su traslación a la pantalla simplemente no funcionan. El potencial de la idea de trasladar los terrores de un videojuego embrujado al mundo real se hunde bajo el peso de unos diálogos horrendos y unas actuaciones mediocres por parte de un elenco de treintaiñeros que interpretan personajes que supuestamente andan en sus veinte. Los efectos especiales son pocos y muy pobres. Las secuencias de sangre y las muertes lucen muy poco imaginativas, repetitivas y para nada impactantes. Para colmo de males y como no podía ser de otra manera en un producto tan rutinario, el final es totalmente abierto sugiriendo una continuación que, con suerte, jamás saldrá a luz.

Al menos hay que reconocerle al director y guionista William Bell su esfuerzo por demostrar que ha investigado el universo friki de los aficionados a los juegos de computadoras, pero suponer que ese solo conocimiento mezclado con unas secuencias de terror gastadas pueden funcionar peca de ser algo tan ingenuo como pretensioso.

Ver "Sobrevivir" en una noche tormentosa no produce ni la mitad del miedo que puede producir jugar una partida de "Silent Hill" en tu Play Station a las 10 de la mañana, pero si una desagradable sensación de pérdida de tiempo.

Puntaje: 4/10

viernes, 18 de junio de 2010

"La furia" (The fury, 1978) de Brian De Palma

Peter Sandza (Kirk Douglas) ex agente de una secreta organización del gobierno, es traicionado por su jefe y amigo Ben Childress (John Cassavettes) quien secuestra a su hijo poseedor de asombrosas habilidades telequinéticas las cuales pretende emplear como arma. Childress da por muerto a Sandza, pero este logra escapar tras lo cual inicia una carrera por rescatar a su hijo que está siendo entrenado para asesinar utilizando sus poderes mentales.
Solo un par de años después del abrumador éxito de "Carrie", el director Brian De Palma se embarcó en la realización de un nuevo film de corte fantástico. "La furia" parecía ser el proyecto idóneo para seguir la estela de éxito generada por su película anterior ya que temáticamente guardaban similitudes; adolescentes con poderes sobrenaturales incapaces de controlar y al mismo tiempo perseguidos, mezclado todo con un meoyo de elementos más cercanos al thriller que al cine de terror.
Lamentablemente la película no tuvo ni el apoyo del público ni la repercusión mediática de la que gozó "Carrie" probablemente porque parte de su publicidad previa la hicieron parecer casi una continuación del film anterior de De Palma cuando en realidad son productos bastante distintos. Eso queda claro ya en sus primeros diez minutos, con una persecusión que da origen a toda la trama y que sirve como muestra representativa de buena parte de lo que se verá después.

El componente sobrenatural, si bien es capital en la historia, tiene menos presencia en pantalla que todo lo referente al personaje de Douglas y a su intento por recuperar a su hijo de las garras de la organización que él mismo integró.
Recién en los últimos tramos de metraje la cuestión de los poderes mentales toma completamente las riendas del argumento hasta eclosionar en un explosivo final, realmente sorprendente e inesperado.
El talento de De Palma tras la cámara es innegable, reafirmándose en sus habituales tomas en cámara lenta de varios minutos de duración -especialmente impresionante la secuencia de escape que promedia la película- respaldadas por la excepcional banda sonora del maestro John Williams que aquí realizó uno de los mejores trabajos de su carrera.

La elección de un otoñal Kirk Douglas para el protagónico puede que parezca, a priori, una elección no muy acertada. Sin embargo esa primera impresión se diluye a lo largo del relato, revirtiéndose inclusive gracias a la fuerza que su propia experienca actoral de casi medio siglo le da a su papel, algo que muy pocos actores de su edad podrían lograr. También es destacable la labor del veterano actor y director John Cassavettes como el villano detrás de todo el drama que sufren los protagonistas y la labor de una jóven Amy Irving, quien también tuvo un papel secundario en "Carrie" y que por esa época era todo una promesa con una carrera que, como tantas otras, nunca llegó a despegar.

"La furia" no es realmente un film de terror en toda la regla y seguramente ese fue uno de los motivos por los cuales decepcionó a mucha gente. Sin embargo, resulta ser un film tan efectivo como entretenido y fue el anticipo de una seguidilla de productos que, de forma directa o tangencial, tocaban la misma temática paranormal. Ejemplos de ello fueron "Scanners" (1980) de David Cronenberg, sospechosamente similar en muchos aspectos a la trama del film de De Palma, y más aún a "Ojos de fuego" (1983) basada en la novela homónima de Stephen King con una pequeña Drew Barrymore como protagonista.

"La furia" es considerado un film menor en la carrera de De Palma y suele ser bastante olvidado aún por los fans del cine fantástico, algo injusto quizás si se tiene en cuenta que su único pecado fue el ser vendida usualmente como algo que no es.

Puntaje: 7/10

domingo, 13 de junio de 2010

Rincón de videoclub: "Wing Commander: Escuadrón espacial" (1999) de Chris Roberts


Siglo XXVII. La raza humana se ha expandido por toda la galaxia y se encuentra en guerra con los Kilrathi, una raza alienigena de aspecto felino de avanzadísima tecnología que tras un ataque furtivo a una base terrestre, ha logrado apoderarse de un dispositivo capaz de permitirle a su flota armada atacar en forma directa y sorpresiva a la Tierra. La única esperanza de los terrestres para detener ese ataque reside en la reluctante tripulación de una vieja nave carguera, que hará lo posible para tratar de evitar lo que parece inevitable.

"Wing Commander" fue durante los años 90 el título de una famosa serie de videojuegos para ordenadores personales que generó millones de fanáticos alrededor del mundo. Esa fama fue la que motivó a Chris Roberts, creador y productor de la saga, a dirigir en 1999 la versión fílmica de su propia creación.
El resultado fue uno de los mas grandes fracasos cinematográficos de aquel año y probablemente una de las peores películas de ciencia ficción de la pasada década.
"Wing Commander" o "Escuadrón espacial" como se le conoció en algunos países de Sudamérica, tiene la misma profundidad argumental del videojuego en el que se basa, pero poco o nada de la diversión que la interactividad con aquel ofrecía.

Vacía de ideas toda la gracia del relato se resume en ver a un grupo de personajes estereotipados -el chico bueno con un pasado misterioso, la chica linda endurecida por la guerra, el camarada gracioso pero de una enorme valentía, etc., etc.- intentando ser creíbles metidos en un ambiente de ciencia ficción infinidad de veces visto, emitiendo comentarios y diálogos cochambrosamente gastados y rodeados de batallas espaciales que intentan emular en espectacularidad y emoción a las del videojuego pero sin lograrlo.

Los efectos especiales, que a priori deberían ser uno de los puntos fuertes en un producto de este tipo, a duras penas alcanzan a ser aceptables, evidenciando en muchas ocasiones la calidad infografica de sus diseños, sobretodo en las estructuras como naves o vehículos espaciales que lucen en su mayoría bastante mas pobres que los que se pueden ver en las últimas versiones del videojuego.

La dirección de Chris Roberts, que como guionista y director de los videojuegos uno supondría que era la persona idónea para llevar el proyecto por buen camino, no cambia en nada el hecho de que "Wing Commander" no sea capaz de evadir los parámetros más trillados del género si no que mas bien los explota hasta el cansancio, lo que hace que se quede en el debe hasta cuando es comparada con películas similares mucho mas antiguas.
Quizás sea un producto más apto para los amantes de la ciencia ficción menos exigentes o para los fanáticos mas acérrimos a la saga de juegos en los que se basa, pero aún así tengo mis dudas.
Puntaje: 4/10

viernes, 4 de junio de 2010

Cine de terror uruguayo de primer nivel: Pronto llega "La casa muda"

"La casa muda", considerada desde ya como la apuesta fuerte del cine uruguayo en un género no muy trabajado en estas latitudes, ha recibido estupendas críticas tras su presentación en Cannes y en la Quincena de Realizadores de Milán.

Dirigida por Gustavo Hernandez e inspirada en un escalofriante hecho real sucedido en la campiña uruguaya a mediados de la década del 40, "La casa muda" fue filmada en un largo plano secuencia de casi 79 minutos en el que los protagonistas, cámara en mano, van recorriendo una misteriosa casa en medio del campo en el que años atrás se produjeron una serie de misteriosos asesinatos sin resolver.
La conocida publicación "The Hollywood Reporter", la ha calificado como una "agradable sorpresa" entre otros elogios, algo que no es para nada despreciable viniendo de un medio especializado de ese calibre.

Sin fecha de estreno prevista en Uruguay -cosa a estas alturas ya rutinaria- cabe esperar que se pasee por varios festivales, acumulando los suficientes premios y reconocimientos en el exterior como para que, por arte de magia, alguien tenga la bondad de presentarla en salas de cines nacionales. Habrá que esperar pues.

De todas formas sigue siendo una verdadero alegrón ver que el cine de nuestro país comienza a arriesgarse a hacer cosas distintas alejadas de las temáticas habituales de nuestra filmografía, teniendo en cuenta que puede ser el puntapié inicial para toda una camada de producciones de ese tipo.

Felicitaciones!