lunes, 3 de octubre de 2011

"Sucker Punch" (2010) de Zack Snyder

Tras la muerte de su madre, Baby Doll (Emily Browning) y su pequeña hermana quedan bajo la tutela de su siniestro padrastro, que solo desea apoderarse de la herencia que su difunta esposa ha dejado a sus hijas. Para obtenerla, envía Baby a un hospital psiquiátrico con la intención de que sea lobotomizada por sus doctores y así dejarla incapacitada legalmente para recibir la herencia de su madre. Para defenderse y mantener la cordura en la crueldad de su encierro, Baby crea mundos de fantasía donde ella y sus compañeras de prisión son heroínas dotadas de espectaculares habilidades, las cuales usarán para obtener los elementos que necesitan para escapar.

Zack Snyder adquirió popularidad como director hace pocos años gracias al estreno de sus muy buenas adaptaciones a la pantalla grande de las novelas gráficas "
300" y "Watchmen". En ambos films dejaba constancia de un estilo muy propio para filmar las secuencias de acción mediante el uso de ralentis y aceleraciones de movimiento repentinas, además de una aplicación bastante artística de los efectos digitales en función de la historia.

Pero Snyder deseaba desde hacía años tener la oportunidad de plasmar en imágenes una idea propia y alejarse así de las adaptaciones de obras escritas por otros. La oportunidad se le presentó tras el éxito de "
Watchmen" que hizo que los estudios Warner aceptaran financiar el guión de "Sucker Punch" escrito por él mismo.
 Uno podía suponer que al tener libertad total en el proyecto y por los notables antecedentes de sus obras anteriores, el producto resultante sería soberbio. Lamentablemente no fue así.

"
Sucker Punch" es notoriamente hija de la mente creativa de Snyder en lo que se refiere a lo visual y a lo estético, pero salvando esto lo demás solo puede calificarse como decepcionante.
La historia que nos propone es una mezcla de estilos y géneros hilvanados por una trama que combina lo real con lo imaginario de una forma demasiado ruidosa, que abusa bastante tanto de la paciencia como de la credulidad del espectador.
Por lo general no tengo problemas para asimilar tramas fantásticas por más rebuscadas que las planteen, siempre y cuando la historia se mantenga dentro de un cuadro de coherencia interna capaz de sostener el interés. El tema es que el drama vivido por Baby Doll y sus esfuerzos por evadirlo imaginando mundos de fantasía repletos de soldados mutantes, dragones y robots asesinos, huele por todos lados a pura excusa para que Snyder demuestre -otra vez- lo que sabemos desde hace rato que mejor sabe hacer; filmar cine de acción.
El principal problema radica en el hecho de que una vez que empiezan las explosiones, los tiros y el aluvión de efectos especiales todo el drama real inicial queda reducido a casi nada, resintiendo el interés de la película que pasa a ser un muestrario de chicas sexys peleando con atuendos propios de una fantasía masculina contra enemigos imposibles en mundos imaginarios, en secuencias de acción muy bonitas pero tremendamente rutinarias, con mucho ritmo pero con poca coherencia. Y casi todo sigue en ese tren hasta los cinco minutos finales, donde una vuelta de tuerca del guión intenta compensar de forma fallida todos los excesos anteriores del mismo.

Lamentablemente para Snyder su creación personal demuestra que sus capacidades como guionista y creador de universos propios están muy por debajo de sus habilidades para plasmar en imágenes la acción.
El sabor de boca que deja "
Sucker Punch" al terminar no es mejor que el que dejaría una partida a cualquier videojuego de acción aunque, en este caso, seguramente la sensación de insatisfacción por haber perdido el tiempo con algo tan vacuo no sea tan molesta.Puntaje: 4/10

domingo, 4 de septiembre de 2011

"Destino Final" (Final destination) 2000 de James Wong


Alex Browning (Devon Sawa) es un estudiante de secundaria que a punto de volar hacia París con sus compañeros de clase, tiene una espantosa premonición. En ella, ve a su avión explotar a los pocos segundos de despegar. En su desesperación, logra bajar antes del despegue junto con un puñado de compañeros, solo para ser testigos de como la enorme aeronave estalla en pedazos unos segundos despues de elevarse. Sin embargo, el haber sobrevivido al desastre fue solo el comienzo de la pesadilla, ya que uno por uno los sobrevivientes empiezan a morir de formas extrañas. Sucede que la muerte no perdona y a venido a reclamar las vidas de quienes no murieron en el fatal accidente aéreo.

A mediados de la década de los 90, Glen Morgan, guionista habitual de la popular serie "
Expedientes X", escribió un guión que originalmente iba a estar destinado a ser un capítulo regular de la misma. Por temas presupuestales el episodio jamás se filmó, pero Morgan continuó desarrollando la idea base del mismo con la pretensión de convertirlo en un largometraje. El resultado fue "Destino final", largo dirigido por su compañero y también colaborador de la serie James Wong.

A fines de la década de los 90, el cine de terror adolescente aún vivía una feliz resurrección gracias al éxito de films como "
Scream" (1996) o "Sé lo que hicieron el verano pasado" (1998). Sin embargo, y al igual que ocurriese a fines de los 80, este subgénero empezó a sufrir la misma sobreexplotación de ideas; los jóvenes o adolescentes de siempre, perseguidos y masacrados por algún enmascarado de rutina con las mismas cualidades de omnipresencia e indestructibilidad de siempre.

En ese panorama "
Destino final" marcó cierta diferencia con respecto a la mayoría de los slashers de su época, diferencia basada en la sustitución del asesino de turno por la presencia invisible de la mismísima Parca que mediante accidentes de toda clase, va recolectando las vidas de quienes antes lograron evadirla.El resultado es comparable a un cruce entre "La profecía" y "Martes 13" que en líneas generales funciona bastante bien durante casi todo su desarrollo, siendo para mi gusto excepcional la media hora inicial, plagada de detalles que le van augurando al protagonista la catástrofe que se avecina, que es realmente prodigiosa y de lo mejor que el cine de terror ha dado en la última década. 

Una vez que las muertes comienzan a producirse, todo se centra en intentar adivinar de que forma morirá el próximo personaje. Y aunque en este punto hay bastante de la rutina habitual del género, algunos segmentos están realmente logrados al punto de bordear lo antológico -toda la secuencia de hechos que llevan a la muerte de la maestra del protagonista en su propia casa es un buen ejemplo- por lo que el nivel del film se mantiene bastante en alto hasta su conclusión.

"
Destino final" es una de las mejores ideas que ha tenido Morgan como guionista en toda su carrera, si no la mejor. Curiosamente, a pesar de haber recaudado más del doble de su costo tras su estreno, no logró convertirse en un producto icónico dentro del género opacado por títulos mucho mas rutinarios como las secuelas de la saga "Scream" y similares. Aún así, tuvo el suficiente éxito como para engendrar cuatro secuelas -la última de las cuales se está estrenando este año 2011- pero que apelan demasiado a la truculencia y poco a mejorar la idea base o, cuando menos, a agregarle algún condimento que la renueve aunque sea un poco.
Puntaje: 7/10

lunes, 29 de agosto de 2011

"El caníbal de Rotemburgo" (2006) de Martin Weisz


Como reza el título en castellano, "El caníbal de Rotemburgo" se basa en una historia real acaecida en la ciudad de Rotemburgo, Alemania, a comienzos del año 2001, cuya crudeza e increíbles vericuetos de truculencia la convirtieron en una noticia de primera plana en diarios y noticieros de todo el mundo.
La historia de un tipo que avisa via web que desea terminar su vida siendo devorado por otro, cosa que termina sucediendo, es a priori una noticia que solo por su morbo cualquiera podría pensar que sería material atractivo desde el punto de vista fílmico.

Lamentablemente, el resultado es un producto absolutamente menor, un fallido estudio psicológico sobre la vida y destino de los dos involucrados en el aberrante crimen, que termina aburriendo por la lentitud de su desarrollo embutido en una sumatoria de flashbacks e imagenes pseudo-oníricas que por momentos confunden más de lo que despejan.

El papel de la psicóloga interpetada por Keri Russell, investigando las vidas del asesino y de su víctima en busca de los posibles motivos que los llevó a su bizarro destino, no logra funcionar como el nexo entre el espectador con los hechos reales, ni con las situaciones que tanto el director como el guionista pergeñaron para rellenar los huecos donde las dudas sobre el macabro caso imperan.
Cuesta entender el motivo por el cual el estreno de "El caníbal de Rotemburgo" estuvo prohibido en Alemania y otros países europeos. La truculencia sugerida recién aparece en los 10 minutos finales del relato, pero es muy tibia y no llega a resultar ni tan impactante como el hecho real debió ser ni tampoco logran salvar al film del más profundo de los aburrimientos.
En definitiva, una idea con enorme potencial para ser llevada al cine con verdadero nivel de impacto pero totalmente arruinada por un desarrollo cansino y un climax final que no funciona como debería.

Puntaje: 2/10

jueves, 25 de agosto de 2011

"SCREAM 4" (2011) de Wes Craven

La primera entrega de la saga "Scream" estrenada en 1996, revitalizó el subgénero del terror slasher que muchos creían ya fallecido a fines de los años 80. Fue también el resurgir de Wes Craven como director, que no había tenido un éxito de tal magnitud desde "Pesadilla: En lo profundo de la noche" en 1984.

Las secuelas de 1998 y 2001 respectivamente, repitieron los mismos mecanismos d
e la primera entrega así como los personajes principales y aunque no tuvieron el mismo nivel de impacto de la primera, al menos resultaron bastante dignas. Lo cierto es que para "Scream 3" la idea base ya se notaba algo desgastada por lo que antes de hacerla sucumbir en forma definitiva con media docena de secuelas más, Craven decidió meterla en el refrigerador y esperar un tiempo prudencial para hacerla volver. Ese tiempo duró algo más de una década, hasta que en este año 2011 la cuarta entrega de la saga dirigida por Craven y escrita por Kevin Williamson -autor del guión de las anteriores- llegó a nuestras pantallas.En lo personal siempre me consideré un buen seguidor de la trilogía "Scream" por lo que el saber de una cuarta entrega en preparación me generó ciertas expectativas. La cuestión es que, aunque reconozco que hay ciertos chispazos de ingenio propios de las primeras entregas en esta nueva secuela, no es menos cierto que no cumple con todo lo que desde su publicidad previa se prometía.
Para empezar; no hay realmente "nuevas reglas", al no ser que se consideren reglas nuevas el reemplazo de los llamados telefónicos del asesino por mensajes a celulares o posteados en redes sociales o que el asesino enmascarado filme sus asesinatos con la idea de publicarlos en la web, cosa que como motivación para cometer asesinatos me parece de las más pobres de toda la saga. O sea, que dejando de lado el tema de las innovaciones tecnológicas, el guión de "Scream 4" no proporciona algo realmente diferente a lo que ya conocemos.

Volvemos a ver a los protagonistas de siempre -una Neve Campbell ahora adulta y más linda que nunca, una Courtney Cox atractiva pero demasiado colagenada y un David Arquette convertido en comisario y mucho más serio que de costumbre- perseguidos por el Ghostface de siempre en las locaciones de Woodsboro de siempre.
También está el humor autorreferencial al cine de terror del que siempre se ha caracterizado la saga, muy típicos de los guiones de Williamson, al igual que algunos juegos de cine-dentro-del-cine que sirven para despistar al espectador por un rato.

Pero aún con todo "Scream 4" es rutina típica de saga de terror, con casi nulas innovaciones para los seguidores de la serie en lo que respecta a su desarrollo. Una rutina muy bien llevada y totalmente acorde con los parámetros planteados por las entregas anteriores sin dudas, pero que está muy lejos de establecer "reglas nuevas" como promete el póster de la película.

Si se es un fan acérrimo de la saga y si no se exige algo realmente novedoso, seguramente no decepcionará. A mí en lo personal me gustó y se me hizo bastante llevadera, lo que no significa que no hubiese preferido alguna variante argumental más jugada y no un climax que, salvando la secuencia de los cinco minutos finales en el hospital, es casi un clónico de los films anteriores.
A pesar de todo y frente a una cartelera anémica de títulos de género potables, "Scream 4" me parece una opción recomendable que merece ser vista sea uno seguidor o no de la serie.

Puntaje: 6/10

sábado, 28 de mayo de 2011

"Star 80" (1983) de Bob Fosse

"Star 80" fue el film despedida del talentoso Bob Fosse, quien dirigiera la mítica "All That Jazz" años antes. La crítica en su momento no trató nada bien su película, teniendole más consideración y respeto por ser el adiós de un talento reconocido que por sus valores cinematográficos en sí.
Sin embargo, el tiempo la ha revalorizado y aunque es probable que si mencionan el nombre de la película a alguien no muy ducho en el tema o el de la mujer en cuya vida se basa -la bella Dorothy Stratten- posiblemente se les quede mirando sin saber de qué rayos le hablan, "Star 80" en un film muy bien llevado y entretenido, más allá de que se conozcan o no los pormenores de la trágica historia real que nos cuenta.

Stratten -interpretada por una Mariel Hemingway prometedora en aquellos días- fue una chica Playboy que tuvo una relativa fama en los EE.UU. de comienzos de los años 80, fama que comenzó con fotos en la mítica revista para hombres pero que luego se extendió a la televisión gracias a apariciones estelares en series populares de la época como "
La isla de la Fantasia" o "Buck Rogers" y en algunos productos cinematográficos absolutamente menores como "Galaxina" (1980) que solo pretendían explotar la belleza de su fisonomía. Su carrera al estrellato duró poco: su novio, desequilibrado y victima de unos celos enfermizos -interpretado en el film de forma impresionante por un jovensísimo Eric Roberts que sería nominado al Globo de Oro por su trabajo- acabaría con aquel sueño de fama y fortuna de una forma trágica.

Saber el final de la historia no le quita absolutamente nada al film de Fosse -de hecho, es algo que prácticamente se sabe al poco rato comenzar- ya que la verdadera fuerza del relato está en sus interpretaciones -especialmente y con diferencia en la de Roberts- y en el trabajo de cámara y fotografía de su director.
Dudo que "
Star 80" alcance el aura mítica de "All that Jazz" o "Cabaret", los dos films más recordados de la carrera de Fosse, pero sin dudas que fue una despedida más que digna para un grande del cine.

Puntaje: 6/10

miércoles, 25 de mayo de 2011

"El color de la noche" (Color of night, 1994) de Richard Rush

Bill Capa (Bruce Willis) es un afamado psiquiatra que cae en una gran depresión tras presenciar el suicidio de uno de sus pacientes en su propio consultorio. Para intentar recuperarse, acepta la invitación de un viejo colega suyo a su casa en Los Ángeles. Una vez allí su colega le confiesa que sospecha que uno de sus pacientes está intentando asesinarlo, cosa que finalmente sucede. Bill comenzará a tratar a cada uno de los pacientes de su amigo intentando averiguar quien es el asesino y, al mismo tiempo, iniciará una intensa relación con Rose (Jane March) una misteriosa mujer con un pasado mucho mas turbulento del que aparenta.

Si hay un buen motivo por el cual recordar a un film como "
El color de la noche" es por el engañoso modo con el cual intentó ofrecerse al público previo a su estreno allá por el lejano año de 1994. Vendido desde su publicidad como un thriller erótico de alto voltaje en la línea de "Bajos instintos"(1992) lo cierto es que lo único que tenía de similar al film de Verhoeven eran sus aspiraciones de calidad, a las cuales jamás llega siquiera a asomarse.

La promesa de ver a un Bruce Willis en cueros íntimos, incluido un desnudo frontal, manteniendo fogosos escarceos sexuales con Jane March, generó unas expectativas que el desarrollo del film en ningún momento colma. 

Un guión con más agujeros que un queso Gruyere -los intentos de asesinato a Capa no tienen demasiado sentido y algunos, como el del estacionamiento, resultan exageradamente aparatosos-, una trama tramposa que casi nunca llega a sorprender -sobre todo el final, que si se es medianamente atento se adivina media hora antes- y todo un elenco de talentos totalmente desperdiciados -desde Leslie Ann Warren a Lance Henrikesen- conspiran bastante para que el proyecto, a pesar de tener unos prometedores minutos iniciales, se vaya desbarrancando durante sus larguísimas dos horas y pico de duración hasta su final.

Es probable que Bruce Willis pretendiera con este protagónico apartars
e un poco de los habituales papeles de policía heroico en los cuales estaba encasillado desde la exitosa "Duro de matar" (1988). Evidentemente no lo logró -menos de un año después estaría protagonizando la tercera entrega de "Die Hard" y media docena de películas similares- pero como ya contaba con una aceptación pública bastante fuerte, tampoco representó un fallo demasiado grande en su carrera.
Todo lo contrario le ocurrió a su contraparte femenina, la británica Jane March, una joven actriz en alza en su momento gracias a su papel de lolita fatal en "El amante" (1992) de Jean-Jacques Annaud, y cuya participación en este film la terminaría relegando casi exclusivamente a papeles muy similares en los años siguientes.

"El color de la noche" es un producto que promete en lo previo mucho más de lo que termina dando y con el que no es demasiado difícil sentirse aburrido y hasta decepcionado a la mitad del mismo. Su nivel de erotismo es pobre -las escenas de sexo entre Willis y March son más sugeridas que sugerentes y salvando secuencias como la de la piscina, ninguna vale realmente la pena- y si obviamos su parte inicial el resto de su trama deja bastante que desear.

Puntaje: 4/10

jueves, 19 de mayo de 2011

Rincón de videoclub: "Rabia" (Rabid, 1977) de David Cronenberg

A mediados de la década de 1980, el nombre de David Cronenberg como director especializado en el género terror comenzó a ser bastante popular gracias al éxito de "La mosca" (The fly, 1986) remake del clásico del mismo nombre de los años 50.
Pero lo cierto era que para ese entonces Cronenberg ya tenía una vasta filmografía de género que se remontaba a mediados de los años 70. "La mosca" fue su trabajo de mayor presupuesto hasta ese entonces
y su éxito en cines hizo que muchas editoras aprovecharan el buen tirón comercial del mismo redescubriendo algunos de sus primeros trabajos y lanzándolos al mercado del video hogareño. Uno de ellos fue "Rabia", producción de terror de bajo presupuesto filmada por Cronenberg en su Canadá natal en 1977.

En "Rabid" la desaparecida Marilyn Chambers -por aquel entonces una famosa actriz porno que entraba en el mundo del cine comercial con este título- interpretaba a la blonda Rose, una joven que tras sufrir junto con su novio (Frank Moore) un accidente de carretera es sometida a un nuevo tratamiento experimental que incluye el transplante de piel humana. Todo parece ir bien al comienzo, hasta que por algún motivo, dicho tratamiento comienza generar en ella una incontrolable sed
de sangre que la obliga a utilizar una especie de punzón orgánico debajo de su axila con el que aguijonea a sus víctimas, absorbiendo su sangre y transformándolas en criaturas asesinas capaces de transmitir el mal a otros con solo una mordida.

Cualquiera per
cibe que hay bastante de "La noche de los muertos vivientes" (1968) el clásico de terror zombie de George Romero en todo el asunto, una carga que Cronenberg parece que no estaba demasiado interesado en disimular en ningún momento más allá que el contenido sexual de algunos pasajes de su propuesta -la idea de que una mujer "penetre" a los hombres que pretenden intimar con ella convirtiéndose a sí misma en una especie de mal de transmisión sexual- intenta plantar cierta diferencia.

El problema es que si obviamos su componente sexual, "Rabia" no tiene mucho mayor interés que cualquier otra película de zombis o muertos vivientes que se hayan hecho antes o después. Muchos de sus problemas parten de su guión, que intenta abarcar demasiadas cosas en muy poco tiempo disparándose en cantidad de direcciones y proponiendo cantidad de ideas la mayoría de las cuales no siempre llegan a cuajar. Por ejemplo; en ningún momento queda claro por qué motivo un tratamiento que era básicamente estético produce esa sed de sangre, ni como fue capaz de generar ese aguijón debajo de la axila de la protagonista o si el mismo tiene algún tipo de control sobre su mente. Además, la sensación apocalíptica que debería generar la idea de un contagio masivo capaz de obligar a las autoridades a sitiar completamente una ciudad está muy mal desarrollada y deja la sensación de que todo se reduce a unas pocas situaciones de contagio aisladas.

Supongo que el exiguo presupuesto con el que contó Cronenberg debió tener mucho que ver con todas sus carencias, pero eso no lo exime de no haber pulido mejor muchas de sus ideas, empezando por no querer abarcar tanto en tan poco tiempo -toda el tema de contagio masivo perfectamente pudo haber sido sustituido por un relato sobre la destrucción de la vida de la protagonista tras haber adquirido el mal, por ejemplo-. Además, si la falta de medios fuera una excusa válida, no se explicaría como George Romero una década antes y con muchos menos recursos logró realizar un film similar pero mucho mas convincente.

El otro punto flaco es la elección de los protagónicos. Curiosamente, la primera opción para interpretar a Rose fue Sissy Spacek, actriz en esa época famosa gracias al éxito de otro film de terror; la adaptación de la novela de Stephen King "Carrie", dirigida por Brian De Palma. Sin embargo, los productores no estaban de acuerdo en contratar a una estadounidense para ese papel -supuestamente su "acento" netamente texano no haría creíble a su personaje- por lo que la elección final recayó en Chambers . Chambers era una mujer sensual por naturaleza propia y no hay dudas que desde ese aspecto era la elección ideal para el papel. Pero fuera de los momentos en los que debe seducir a sus víctimas para saciar su sed de sangre, su actuación desde lo dramático resulta realmente floja y nunca convence. Lo mismo se puede decir de su novio, interpretado de muy mala gana por Frank Moore, que parece en todo momento ajeno y poco interesado en todo lo que le sucede a su pareja hasta el momento del desenlace.

"Rabia" es un film muy irregular, al que hay que perdonarle demasiadas cosas para no dejarlo a la mitad de su visionado. Puede tener valor para aquellos interesados en conocer los primeros trabajos de su director dentro del género que le dio fama, pero es un producto intrascedente y completamente defasado aún para su época.

Puntaje: 4/10

jueves, 5 de mayo de 2011

"127 horas" (127 hours, 2010) de Danny Boyle

Aron Raslton, un joven apasionado por el montañismo y las excursiones solitarias a lugares recónditos, decide investigar los desolados parajes del desierto de Utah. Todo va bien hasta que en un mal movimiento cae en una zanja rocosa junto con una enorme roca que termina aprisionando su brazo derecho y que lo mantiene atrapado en ese lugar. Sin posibilidad de liberarse, Aron intenta sobrevivir a la espera de que alguien lo encuentre. Pero los días pasan, su agua y sus alimentos se acaban y ante la desesperación su mente comienza a jugarle trampas que lo irán llevando lentamente al borde de la locura.


Danny Boyle es un director que ha demostrando no tener problemas incursionando en géneros tan diferentes entre sí como el terror con la impactante "Exterminio " (28 days, 2003), con la ciencia ficción en la inmerecidamente denostada "Alerta solar" (Sunshine, 2007) o con el drama en la sobrevalorada "¿Quien quiere ser millonario?" (Slumdog millionaire, 2009).

No quiero decir que la variedad temática de su cine por sí sola convierta a Boyle en algo fuera de lo común, pero si uno ve todo -o al menos la mayoría- de lo que ha hecho, es fácil notar que es un artesano personalísimo en su forma de plantear historias. Y si "127 horas" es un producto que sobresale en comparación con otros dramas de supervivencia es en buena medida por el talento narrativo de Boyle tras la cámara. Solo así es concebible que un film donde James Franco -de muy buena faena- está solo durante casi el 90% de su metraje, sea llevadero y mantenga al público atento a lo que sucede más allá de que bastante de la historia -extraída del libro autobiográfico del propio Ralston, "Between a Rock and a Hard Place"- incluido su final, se sepa a priori.

Hay quienes acusan a la filmografía de Boyle de ser excesivamente videoclipera en su puesta en escena recayendo en una poesía visual -para muchos fallida- basada en el bombardeo de imágenes. Bueno, a quienes piensen eso del trabajo de Boyle y les moleste por ello les recomiendo no ver "127 horas", porque se encontrarán con ese mismo estilo por el que el director británico hace años ha apostado a la hora de narrar historias.

A mi modo de ver, en el caso de "127 horas" esa aplicación de estilo funciona de maravilla por el hecho de que todo el peso de su desarrollo recae en los hombros de un solo actor interpretando un personaje en una situación límite, que totalmente aislado y en la más completa soledad busca mantener desesperadamente la cordura recurriendo a sus recuerdos más íntimos y a su profunda imaginación en aras de sostener la esperanza.
Este tour de force de supervivencia tendrá su clímax de salida en la secuencia más comentada de la película debido a su truculencia -que a mi modo de ver tampoco es tanta- pero que la mala prensa ha hecho sopesar más a la hora de vender el film que el interés intrínseco por su trama.

Sin intenciones de caer en el tema estéril sobre los merecimientos o no a los premios a los cuales estuvo nominada, creo que el trabajo de Boyle es estupendo, mucho mejor que el de la sobrevalorada "Slumdog millonaire" film que sin ser malo, lo considero de lo más flojito de su carrera.

"127 horas" no es un film perfecto y posiblemente sea de los trabajos menos ambiciosos de su director. Aún así lo que narra está bien contado, su fotografía y su música son excelentes, y aunque de a ratos pueda divagarse un poco intentando trasladar la sensación de aislamiento de su protagonista al espectador de una forma que por momentos puede resultar pretensiosa, estamos ante un producto muy valorable y bien llevado por lo que me parece netamente recomendable.

Puntaje: 7/10

sábado, 16 de abril de 2011

"Stargate: Puerta a las estrellas" (1994) de Roland Emmerich

El arqueólogo Samuel Jackson (James Spader) es reclutado por el ejército estadounidense para descifrar unos misteriosos símbolos inscriptos en un extraño artefacto de miles de años de antigüedad. Al descifrarlos activa el artefacto, que resulta ser un portal diseñado por extraterrestres que permite el viaje instantáneo a lugares distantes del universo. Para investigar su procedencia, Jackson se une a un grupo de comandos liderados por el coronel Jack O´Neil (Kurt Russell) y juntos son enviados a un planeta distante fuera de nuestra galaxia, un mundo regido por un cruel ser alienigena y su séquito de guerreros que mantienen esclava a su población.

"Stargate" fue el segundo film del alemán Roland Emmerich en Hollywood tras la exitosa "Soldado universal" (1992). Originalmente pensada para ser la primera entrega de una nueva saga de ciencia ficción -una tendencia que cobraría fuerza particularmente en este género en los años siguientes- "Stargate" fue la confirmación de Emmerich como un nuevo valor dentro del cine fantástico, algo de lo que ya había dado señas en su país de origen con títulos como "Joey" (1988) o "Moon 44" (1991). Aunque tanto Emmerich como su habitual socio, el productor Dean Devlin, abandonaron el proyecto original de crear una trilogía, la buena aceptación por parte del público del film hizo que la idea base sirviera para la realización de una serie de televisión unos años más tarde.
La historia de "Stargate" en sí misma no pasa de ser una aventura típica de matineé que combina elementos de varias fuentes; las teorías de Von Daniken sobre la visita de alienigenas al antiguo Egipto con algo de aventuras en la onda de producciones como "Las minas del rey Salomón" o similares. El producto resultante es digno y funciona bien durante la mayor parte de su metraje, lo que no significa que algunas cosas pudieron y debieron mejorarse. Para empezar, la desacertada elección de casting que representa Jaye Davidson interpretando al villano extraterrestre de la historia. Davidson había tenido cierta repercusión mediática en su momento al interpretar el papel de la travesti Sil en la muy valorable "El juego de las lágrimas" (1992). Aunque cabe suponer que esa repercusión fue la motivante para que Emmerich lo eligiera para ese papel, lo cierto es que uno al verlo no puede dejar de pensar que había mucho mejores opciones para interpretarlo. Davidson jamás está a la altura de la amenaza que su papel debería representar. Sencillamente luce demasiado amanerado, falto de fuerza y poco creíble. Tampoco la forma e ideas de la historia son algo brillante o novedoso, mucho menos para el aficionado promedio a la ciencia ficción. Emmerich nunca ha sido un director demasiado interesado en realizar cine innovador más allá de las cuestiones meramente técnicas, sino que más bien se ha especializado en modernizar ideas antiguas reciclándolas, como hizo con las invasiones espaciales de los años 50 en "Dia de la Independencia" (1996) o con el cine catástrofe de los años 70 en "El día después de mañana" y "2012". Se puede decir que "Stargate" es su forma de actualizar el tema de los viajes espaciales y los encuentros con culturas galácticas, algo así como su Star Trek particular por decirlo de alguna manera.

Aún así deja la sensación de que toda la historia daba para mucho más, que las secuencias de acción debieron ser más numerosas y más trabajadas, que los enemigos a enfrentar -un puñado de tipos disfrazados de deides egipcias armados con pistolas de rayos- debieron tener mayor porte como tales y que, de paso, se pudo haber disminuido un poco el tufillo patriotero de algunos segmentos -cosas como la admiración de los niños alienigenas hacia el soldado interpretado por Russell y a toda la parafernalia militar, incluida una veña en el final, por ejemplo-.

Como puntos fuertes hay que mencionar la buena factura de sus efectos especiales, algo que no resulta nada raro viniendo de un producto de Roland Emmerich, y la excelente partitura compuesta por David Arnold que le da mucho mayor contundencia a la historia de la que realmente tiene.


"Stargate" no es un film aburrido pero si rutinario. Su buena factura técnica general y algunos pasajes puntuales, en especial toda la parte inicial dedicada al descubrimiento de la puerta así como las secuencias de acción finales, la convierten en un entretenimiento cuando menos llevadero.
La serie televisiva a la que daría origen en 1997 (Stargate: SG1) tomaría muchas de las ideas originalmente pensadas para las secuelas cinematográficas y mejoraría exponencialmente la idea madre del film de Emmerich convirtiéndose en un producto notoriamente superior.


Puntaje: 6/10

jueves, 24 de marzo de 2011

Falleció Elizabeth Taylor, icono de una era del cine.

El pasado día 23 de marzo nos dejó Liz Taylor, una de las mujeres más bellas de la historia del cine mundial. Nacida en Londres en 1932, viajó apenas iniciada la Segunda Guerra Mundial a los Estados Unidos junto con sus padres, lugar donde desde muy joven quedaron claras sus aptitudes para la actuación. El idilio de sus ojos violáceos con las cámaras no se hizo esperar convirtiéndose en una niña prodigio del cine en muy corto tiempo. De protagonizar junto a la perra Lassie un par de sus aventuras ("La cadena invisible" y "El coraje de Lassie" de 1944 y 1946 respectivamente) junto a algunos títulos menores como la adaptación de "Mujercitas" de 1949, saltó a papeles de mucha mayor exigencia y compromiso, esfuerzo que la llevaron a obtener sendos premios Oscar por sus interpretaciones en los dramas "Una mujer marcada" (1960) y muy especialmente por "¿Quien le teme a Virginia Wolf?" (1966) considerado el mejor trabajo de su carrera. Inolvidable también fue su protagónico en la malograda "Cleopatra" (1963), film que resultó un desastre financiero para los estudios Fox y que hoy es más recordado por la esplendorosa belleza de Taylor en su interpretación de la reina del Nilo que por la majestuosidad de su multimillonaria reconstrucción de época. En este film compartió cartel con el no menos legendario Richard Burton, actor británico del que se enamoraría durante su rodaje y con quien iniciaría uno de los mas largos y tórridos romances de la historia del cine que terminaría en dos frustrados matrimonios.

Para fines de la década de 1960 su fama artística sería eclipsada por las noticias referidas a su vida personal, plagada de tormentosos romances y separaciones así como de rumores -luego confirmados por ella misma- de abuso de alcohol y calmantes que comenzaron a minar seriamente su salud. Aunque sus papeles en la pantalla grande fueron escasos en sus últimas décadas de vida, tuvo algunas participaciones importantes en numerosos productos televisivos de las décadas de los 80 y 90. Sin embargo desde mediados de la década pasada su salud se volvió extremadamente frágil debiendo ser asistida numerosas veces en hospitales, al punto de pasar sus últimos cinco años de vida en una silla de ruedas.

Falleció a lo 79 años, rodeada de sus amigos y familia en el hospital Cedar Sinaí de Beverly Hills, donde permanecía internada desde febrero pasado debido a problemas cardíacos severos. Con su partida, muere también un icono representativo de una generación de actores que convirtió a Hollywood en la gran fábrica de sueños que aún es.

domingo, 13 de marzo de 2011

"La casa muda" (2010) de Gustavo Hernández

"La casa muda" está inspirada -no basada- en un hecho de sangre real ocurrido en 1944 en el departamento de Tacuarembó, Uruguay. Según las crónicas policiales de la época, dos cuerpos mutilados fueron encontrados en una vieja casa de campo junto con un puñado de fotografías bastante perturbadoras. El misterio de todo lo concerniente al caso y la falta de resolución del mismo sirvieron de punto de partida para el guión de la película.

Una joven y su padre llegan a una casa en medio de la campiña con la finalidad de reconstruirla y hacerla más habitable para su dueño. Deciden entonces quedarse a pasar la noche para empezar los trabajos al otro día. Sin embargo, el sueño de la chica se ve perturbado por unos extraños sonidos que le hacen sospechar que no están solos en ese lugar.


"La casa muda" es una rareza dentro la filmografía uruguaya por varios motivos. El primero, y quizás el principal, es el género al cual pertenece. El terror no ha sido demasiado transitado por el cine nacional, salvando quizás algunas producciones del ya mítico Ricardo Islas de fines de los años 80 y comienzos de los 90 hechas con mas talento que medios y con una repercusión mediática prácticamente nula. El otro motivo que hace de "La casa muda" algo excepcional es la forma en la que fue filmada; un largo plano secuencia de casi 80 minutos realizado con una cámara fotográfica digital -una Canon 5D para ser más exactos-. Ciertamente no hay muchas películas en el mundo que se hayan realizado con este método -la única que me viene a la mente en este momento es la aburrida "El arca rusa" (2003)- y menos aún de género terrorífico, por lo que es lógico que buena parte de su promoción en el exterior se base en ese aspecto exclusivamente técnico.

El problema del film de Gustavo Hernández es que si obviamos los detalles ya mencionados, "La casa muda" no tiene mucho más que ofrecer de nuevo . La historia y la forma de ser contada resultan, en la mayoría de sus aspectos, bastante rutinarias.
Tenemos aquí una casa en medio del bosque con una historia misteriosa de fondo y un personaje central al que la cámara acompaña en todo momento, que recorre el inmueble de arriba a abajo en un sin fin de idas y venidas durante casi toda la película intentando escapar de un asesino cuya identidad nos es ocultada hasta el final. Pero ese final reserva una vuelta de tuerca demasiado tramposa al punto tal que, lejos de sorprender, luce bastante traída de los pelos y no cierra demasiado bien con todo lo planteado hasta ese momento. En el ínterin, hay algunos sustos más resultones que efectivos, casi todos basados en golpes de sonido, pero que resultan demasiado breves y espaciados entre sí para la cantidad de tiempos muertos que hay que soportar entre ellos.

Como dije hace ya unos cuantos meses al saber de la producción de esta película, siempre es grato que el cine uruguayo apueste por temáticas que evadan los temas políticos, sociales o costumbristas a los cuales ha estado atado en los últimos veinte años por otras de pura evasión o fantasía. "La casa muda" intenta llenar a su modo ese espacio vacío en nuestra incipiente filmografía pero apostando a venderse más por sus aspectos técnicos que por su capacidad de sobresalto, una capacidad que está terriblemente limitada por la precariedad de su historia. Como experimento fílmico es indudable que tiene su valor y ojalá sea el punto de partida para producciones de género mejores. Pero su predecibilidad y falta de ritmo la hacen poco recomendable para la mayoría de los aficionados al terror, que verán en su argumento algo demasiado visto y hasta aburrido.

Puntaje: 5/10

domingo, 6 de marzo de 2011

"Desconocido" (Unknow, 2010) de Jaume Collet-Serra

Martin Harris (Liam Neeson) es un afamado científico que llega junto a su esposa a Berlín para asistir a una importante conferencia de ciencias. Pero tras una accidente automovilístico, Harris queda en coma durante varios días. Al despertar, descubre que todo lo que recuerda de su vida parece ser falso; ni su esposa ni sus colegas lo reconocen y otro hombre ha ocupado su lugar. Harris empieza a investigar sobre su pasado, convencido de que todo lo que le sucede es parte de una conspiración contra él a pesar de no tener ninguna prueba de ello y del riesgo de que caer en la más profunda locura.

Liam Neeson vuelve a interpretar a un hombre desesperado en busca de la verdad, como ya lo hiciera hace unos años en la muy entretenida "Búsqueda implacable" (Taken). Evidentemente, su gran rendimiento como héroe de acción en aquel film lo convirtió en la opción más lógica para protagonizar "Desconocido" la última película dirigida por el español Jaume Collet-Serra ("La huérfana", 2007)

La mención de "Búsqueda implacable" resulta inevitable ya que además del mismo actor en el protagónico ambas comparten tramas similares desarrolladas en territorio europeo. La principal diferencia es el elemento de thriller sicológico que Serra combina hábilmente con la acción más desenfrenada en la que no faltan persecusiones automovilísticas, peleas a puño limpio y algún que otro tiroteo.
La otra diferencia, aunque menor, es el personaje que encarna Neeson, que en este caso es menos violento y expeditivo que el ex-agente de la CIA que interpretaba en "Taken".
Aunque no haya nada demasiado original en la historia la misma se desarrolla dinámicamente, manteniendo el interés del espectador casi hasta el final mismo, interés que solo se quiebra un poco cuando el guión mete un giro inesperado muy en el tono de las novelas cienciaficcionescas de Phillip K. Dick -aunque sin vueltas existencialistas- que explica medianamente bien el misterio propuesto aunque sin lograr atar por completo todos los cabos sueltos. Aún así la conclusión tiene su impacto, es aceptable y agradará a la mayoría de los espectadores aficionados a este tipo de tramas.

En el terreno de las actuaciones, la rudeza e impronta de Neeson como protagonista destaca con creces sobre el resto de un reparto integrado en buena medida por actores alemanes conocidos, entre ellos Bruno Ganz, inolvidable por su interpretación de un decadente Adolf Hitler en la excelente "La caída" (2006) y la rubia Diane Kruger, ya completamente amoldada a la idea de ser una hermosa secundaria.

"Desconocido" es un film que no innova mucho con respecto a otros thrillers de acción similares. A mi modo de ver y a pesar de sus muchos puntos en común, no es mejor que "Búsqueda implacable". Con todo, su ejecución está lo suficientemente lograda como para destacar por encima de otros productos del género recientes, convirtiéndose en uno de los mejores estrenos de su tipo en lo que va del año.
Puntaje: 6/10

viernes, 18 de febrero de 2011

Piraña 3D (Piranha 3D, 2010) de Alexandre Aja

Una serie de temblores en el fondo de un lago de Arizona, ha liberado unos monstruosos peces prehistóricos capaces de devorar a un ser humano en cuestión de segundos. Pronto ese lago será visitado por unos 50.000 jóvenes ansiosos por divertirse en sus vacaciones de primavera. Solo un grupo de extraños está al tanto de la mortal amenaza y deberán unir sus fuerzas para sobrevivir a estas criaturas y detenerlas.

La versión original de "Piraña" dirigida por Joe Dante en 1978, fue un efectivo vehículo de terror en su época que explotaba a su manera el filón de los miedos submarinos descubierto por Steven Spielberg unos años antes en su mítica “Tiburón”.

El director francés Alexandre Aja, un consumado especialista en el cine de terror y admirador del film original de Dante, tenía desde hace años la idea de rehacerlo a su modo , o lo que es lo mismo, con la truculencia habitual de su forma de hacer cine de género. Aja entró de buena manera al mercado hollywoodense en el año 2006 gracias a su interesante reversionado de "El despertar del diablo" (The hills have eyes) un clásico del terror que dirigiera Wes Craven en 1977 y con la no tan interesante pero si aceptable "Espejos siniestros" (Mirrors, 2009).

Aunque no siempre un buen pie de entrada augura un buen futuro dentro del competitivo mercado del cine de terror norteamericano, lo cierto es que esta nueva remake de Aja supera con creces no solo a sus trabajos anteriores, sino también al promedio de remakes del género que han pululado en los últimos años.

La versión de 1978, si bien era potable para su momento, adolecía de severos problemas de ritmo así como de una evidente pobreza en el acabado de sus efectos visuales producto del acotado presupuesto con el que Dante contaba en su momento. Era, por tanto, un producto mejorable en muchos sentidos.

Los cambios argumentales con respecto al original están relacionados sobre todo al origen de los bichos asesinos -antes productos de un experimento militar fallido, ahora prehistóricos- y a cierto tono paródico inexistente en la versión del 78, cambios que no afectan demasiado el desarrollo de una trama que en sus primeros cuarenta minutos son solo rutina de presentación típica de este tipo de películas, con un par de muertes repartidas por ahí para ir generando clima y a modo de preámbulo de lo que vendrá. Pasado ese tiempo Aja se despacha de lo lindo con secuencias de su más pura faena, en un festín de terror que tiene de todo; humor negro, desnudos femeninos varios-algunos a cuento, otros no tanto-, muertes de exagerada truculencia y sangre, muchísima sangre. El resultado es un producto de terror sumamente entretenido y muy bien filmado, no apto para estómagos débiles, que desde la mitad hasta su climax final no quita el pie del acelerador en ningún momento.

Sorprende ver en el protagónico a la blonda Elisabeth Shue, nominada a un Oscar a mediados de la década de 1990 y desde hace tiempo metida de lleno en el mundo de producciones de clase B como esta. Cabe mencionar también algún que otro homenaje metido por ahí, como el cameo de Richard Dreyfuss rememorando su papel de Boyd en "Tiburón" y un Christopher Lloyd -algo maltratado por los años pero igual de eficiente- en otro papel de científico investigador, aunque menos frenético que el que le vimos en la inolvidable trilogía de "Volver al futuro".

En cuanto al tema del 3D, solo puedo decir que no tiene mayor incidencia en la calidad de lo que se muestra. Las escenas pensadas para explotar esta tecnología son mas bien pocas y el efecto no está del todo bien conseguido, por lo que me inclino a pensar -una vez más- que sigue utilizándose como un reclamo extra para vender mejor la película. Al menos en este caso el nivel del producto lo hace por si solo potable, sin necesidad de efectos tridimensionales.

En resumidas cuentas, "Piraña 3D" logra todo lo que se propone; mejora con creces al original y funciona de maravilla como un entretenimiento de terror pasajero y sin complicaciones, convirtiéndose es una de las pocas remakes de los últimos tiempos a la que no se le puede acusar de innecesaria.

Puntaje: 6/10

viernes, 21 de enero de 2011

"La reunión del Diablo" (Devil, 2010) de John Erick Dowdle

En un moderno rascacielos de la ciudad de Filadelfia cinco desconocidos quedan atrapados en uno de sus ascensores. Sin explicación alguna, uno por uno van siendo asesinados. En el exterior, un detective de la policía que investiga un misterioso suicidio cercano al edificio, monitoriza por medio de una cámara de video todo lo que sucede en el elevador tratando de encontrar una explicación racional a lo que está pasando. Pronto descubrirá que una siniestra fuerza sobrenatural está involucrada en todas esas muertes ya que una de esas cinco personas es el mismísimo Satanás.

El nombre de M. Night Shyamalan como autor intelectual de este film de ribetes terroríficos podría ser uno de los principales motivos para evitar verlo teniendo en cuenta los pésimos resultados de sus últimas obras, en especial la aburrida "La dama del agua" y la pretenciosa "El último Maestro del Aire".
De todas formas, es meritoria la persistencia del director indio por tratar de salir del pozo en el que él mismo se metió. Y aunque tengo dudas de que "La reunión del Diablo" lo haga salir definitivamente de ese pozo lo cierto es que funciona bastante mejor que sus películas anteriores.
En este caso Shyamalan pasa la batuta directriz a John Erick Dowdle, director de "Quarantine" la remake hollywoodense de la española "REC", para encargarse exclusivamente de la historia original. En base a dicha historia, el guionista Brian Nelson creó un guión cinematográfico que pretende ser el principio de una nueva trilogía de terror a la que Shaymalan ha titulado "Las crónicas nocturnas".
El resultado es un film de terror sobrenatural visualmente intachable y medianamente resultón, pero que carece de elementos suficientes para producir auténtica sorpresa en el espectador debido a que buena parte de su premisa ya viene enunciada en sus trailers promocionales. También conspira en ese aspecto la persistente voz en off que desde los primeros minutos de proyección revela buena parte del transfondo sobrenatural de lo que veremos en los minutos siguientes. Así, la única verdadera intriga para el espectador se centra en averiguar quien de los cinco ocupantes de ese elevador es la maldad encarnada.
La sensación de claustrofobia, elemento de capital importancia si tenemos en cuenta que el grueso de la trama se desarrolla dentro de un ascensor, tampoco está demasiado conseguida debido a los contínuos saltos que hace el guión a hechos que suceden en el exterior y a la enorme cantidad de personajes que allí aparecen, algunos realmente innecesarios y otros muy pobremente planteados con especial mención al guardia de seguridad latino, un estereotipo que de forma poco creíble se percata casi desde el comienzo de la sobrenaturalidad de lo que allí está sucediendo gracias a su conocimiento de una leyenda* que, muy casualmente, su madre le contaba de niño.
El cierre de la historia pretende funcionar como una moraleja relacionada a la recuperación de la fe humana como forma de vencer al mal, una inquietud bastante frecuentada por Shyamalan en sus historias y que emparenta la resolución de la película con la de episodios de series televisivas como "La Dimensión Desconocida" u otras similares.  Pero la efectividad o no de ese mensaje moralizante dependerá, en buena medida, del nivel de compenetración que haya tenido el espectador con la trama hasta ese momento.
"La reunión del Diablo" es un film de terror que se queda en un mero pasatiempo clase B. Pudo haber sido mucho mejor de no hacer tan evidente desde el comienzo el misterio central de su trama y de haber trabajado mejor la atmósfera de suspenso de la misma. Como primer episodio de una trilogía se puede decir que es aceptable, pero si Shyamalan pretende seguir adelante y tener éxito con ella sería aconsejable que piense en mejorar la calidad argumental de sus futuras entregas.

Puntaje: 5/10

(*) Hablando de leyendas; en el dvd de la película se incluye entre sus extras un documental en el que un supuesto experto en mitos sobrenaturales asegura que esa leyenda es muy popular en América Latina. Es una lástima que no aclare en que lugar de nuestro continente es tan "popular" una leyenda sobre personas atrapadas que vienen a ser asesinadas por el Diablo, porque les aseguro que siendo sudamericano jamás escuché de ella en mi vida. Me pareció una generalización ridícula de un mito extraído de alguna que otra región del continente con el único objeto de darle un sustento más real a la historia que narra la película, cosa que a mi modo de ver no le funciona demasiado bien.