martes, 17 de enero de 2012

"Muerte en el Nilo" (Death in the Nile, 1978) de John Guillermin

A bordo de un lujoso barco fluvial, el Karnak, se dan cita diez personas que se ven implicadas en el misterioso asesinato de una rica heredera norteamericana. Mientras remontan las tranquilas aguas del Nilo van apareciendo pistas que indican que todos los pasajeros tenían un buen motivo para matar, aunque todos tienen una buena coartada. Haciendo gala de su particular talento, Hércules Poirot (Ustinov) un magistral investigador belga y también pasajero del barco, se propone descubrir al asesino.

Cuatro años después de la exitosa "Asesinato en el Orient Express", para muchos la mejor adaptación de una novela de Agatha Christie al cine, los estudios Paramount pretendieron aprovechar ese éxito ada
ptando otra novela de la famosa maestra del suspenso. La elegida fue "Muerte en el Nilo" una nueva aventura del investigador Hércules Poirot, personaje icónico y recurrente de la literatura de Christie.
Albert Finney, que ya había interpretado a Poirot en "Asesinato en el Orient Express", no aceptó la propuesta de volver a interpretar al mismo personaje lo que hizo que los productores tuvieran que buscar a otro intérprete. El elegido fue el británico Peter Ustinov, actor cuya imagen quedaría definitivamente asociada al personaje tras representarlo en numerosas adaptaciones posteriores. Aunque su efigie no coincidiera en lo físico demasiado con la descrita por Christie en sus obras, lo cierto es que la aceptación de Ustinov por parte del público fue tan buena que se convirtió rápidamente en uno de los mayores aciertos de la película.

En lo personal nunca fui demasiado seguidor de los libros de Christie.
Leí algunas de sus novelas en mi adolescencia a raíz de haber visto muchas de las películas basadas en su obra, pero en general nunca me ha parecido una autora tan genial como la pretenden posicionar sus más acérrimos seguidores. De todas formas tengo que admitir que hay cierto nivel de ingenio en la resolución de sus misterios que hace que se justifique la lectura de sus libros por más que algunos se hagan demasiado extensos al límite de lo pesado.
No estoy seguro de que tanta sea la fidelidad de "Muerte en el Nilo" con la novela en la que se basa -nunca la leí- pero no tengo duda alguna que es una de las mejores películas que he visto basada en sus libros.
Ustinov compone a un maravilloso Poirot, muy lejos de la perfomance de Finney en el 74 a la que siempre consideré algo densa y muy sobrevalorada. Me atrevo a afirmar que la labor protagónica de Ustinov es casi el 50% del valor del film, repartiéndose el resto entre el buen trabajo de dirección de John Guillermin y un puñado de actuaciones correctas.
Y hablando de las actuaciones; el cúmulo de estrellas y/o caras conocidas era algo ya habitual en las adaptaciones de obras de Christie, y aunque no todas están a la altura de su nombre -David Niven hace de sí mismo como casi siempre, Bette Davis repite el papel de vieja insoportable en el que reincidió demasiadas veces en los años finales de su carrera- en general sirvieron para darle un toque de mayor calidad aparente y vender mejor la película en su momento.
Por su parte, Guillermin como director hace una labor de ambientación bastante buena apoyado por el marco natural en el que filmó -el verdadero Egipto y su rio Nilo- y logra una atmósfera de misterio atractiva hasta su resolución, en una trama que sigue la mecánica de casi todas las obras de Agatha Christie; detallada descripción de los personajes, enigmático asesinato, investigación del mismo y revelación del asesino y sus motivaciones frente a todos los sobrevivientes del reparto.

"Muerte en el Nilo" es un film de misterio súmamente interesante y muy bien llevado. Para muchos -y me incluyo- es uno de los últimos grandes filmes de investigación detectivesca, que aunque le debe muchísimo al impecable trabajo protagónico de Ustinov, posee valores propios que lo han mantenido en el tiempo como el gran clásico del género que es y seguirá siendo.
Puntaje: 7/10

lunes, 16 de enero de 2012

"El Fantasma" (The Phantom, 1996) de Simon Wincer

Xander Drax, un multimillonario que pretende dominar al mundo, envía una expedición a la selva de Bengala en busca de las míticas calaveras de Tugando posedoras de unos extraños poderes sobrnaturales. Sin embargo, esa jungla es el hogar de un legendario luchador de la justicia conocido como "El fantasma que camina" quien se interpondrá en los nefastos planes de Drax.

Creado por Lee Falk en 1936, "El Fantasma" ha sido uno de los héroes de historieta más populares durante varias décadas. Sus aventuras han sido publicadas una y otra vez en numerosas revistas y periódicos de todo el mundo hasta nuestros días.
Dada su popularidad era cuestión de tiempo para que alguien decidiese llevarlo a la pantalla, cosa que terminó sucediendo por primera vez en 1943 como un seriado cinematográfico y luego en 1961 como un film piloto titulado sencillamente "The Phantom" ideado para que funcionase como puntapié inicial para una serie televisiva. Lamentablemente un presupuesto exiguo y un pésimo guión ayudaron bastante a que el proyecto fracasara y no pasara de ese primer y único episodio.
No es extraño que con la corriente noventera de traslaciones de héroes del comic al cine iniciada en 1989 por el "Batman" de Tim Burton, a algún estudio se le ocurriese volver intentarlo con el personaje de Falk. Y así ocurrió.
En 1996 los estudios Paramount lo llevan a la pantalla grande en una nueva versión dirigida por Simon Wincer y apoyada en un gran presupuesto.
El actor elegido para encarnarlo fue Billy Zane, un joven actor surgido del mundo del modelaje masculino. Contra todo pronóstico, la performance de Zane como el héroe enmascarado resultó ser todo un acierto, encajando perfectamente tanto en la personalidad como en las vestiduras del mismo.
Sin embargo, los motivos por los cuales "El Fantasma" de 1996 terminó por ser una de las mas grandes decepciones cinematográficas de aquel año no vinieron por el lado del protagónico de Zane, ni por las interpretaciones en general, ni siquiera por el trabajo de Wincer tras las cámaras.Donde el film falla rotundamente es en el planteamiento de la historia que nos propone el guión del desaparecido Jeffrey Boam -autor tambien del guión de las dos primeras "Arma Mortal" y de "Indiana Jones y la última cruzada"-. La aventura y los villanos que debe enfrentar el enmascarado lucen algo descafeinados y demasiado vistos. Por ahí aparece un correcto Treat Williams personificando al malvado de turno, con un plan de dominación mundial que incluye unas calaveras mágicas capaces de generar una especie de rayo de la muerte. La búsqueda de las mismas en plena jungla llevará al villano y a sus secuaces a entrar en el territorio de el Fantasma, quien tras descubrir sus planes intentará detenerlo. Y eso es todo.

Aunque de a ratos evidencia que hubo bastante dinero apostado en ella -la fotografía es excelente, la reconstrucción de la década del 30 está bastante cuidada y los efectos digitales, aunque pocos, son en general prolijos- la película se deriva por los derroteros más trillados del género de aventuras. No hay muchas secuencias de acción y las que hay no son demasiado elaboradas y están muy espaciadas entre sí a lo largo del relato. Quizás la mejor sea una de las finales, en la que hacen su aparición los piratas de la Hermandad Sheng, eternos rivales del héroe en la historieta, pero que aquí son prácticamente relegados a ser villanos de segundo plano con muy poco peso en la historia.
Ni siquiera la aparición de una hermosa Catherine Zeta Jones en uno de sus primeros papeles, flirteando románticamente con el héroe enmascarado, ayudan a darle algo más de química al asunto. Zane es simpático y cae bien como el personaje, pero en el comic The Phantom estaba planteado como un ser misterioso y casi místico, experto conocedor de los secretos de la jungla. El problema es que en ésta versión, el misticismo y el aura de misterio que el personaje debería irradiar brillan por su ausencia y es poco lo que el porte físico de Zane puede hacer para darle algo más de sustancia al mismo. 

Por todo esto no resulta raro que "El Fantasma" fuese otra adaptación fallida de un héroe del comic al cine. Le faltaron más y mejores secuencias de acción y un desarrollo más elaborado del personaje que expandiera su aura de oscuro misterio, sin olvidar que hubiese ayudado enfrentarlo a peligros y a villanos no tan rutinarios.

A pesar de su generoso presupuesto de 42 millones de dólares, perfectamente se podría decir que su calidad promedio no pasa de ser la de un telefilm dominguero potable. No es una película tremendamente mala, pero tampoco una memorable.

Puntaje: 5/10