martes, 1 de octubre de 2013

"Después de la Tierra" (After Earth, 2013) de M. Night Shayamalan

Tras una serie de cataclismos que forzaron a la humanidad a abandonar la Tierra, Nova Prime se convirtió en su nuevo hogar. Tras una larga misión fuera de ese planeta, el legendario general Cypher Raige regresa en compañía de su hijo Kitai. En medio de una tormenta de asteroides, la nave se avería y se estrella contra la Tierra, lugar desconocido y peligroso en el que todos los seres vivos no tienen más objetivo que eliminar a los hombres. Como Cypher ha resultado herido, Kitai debe recorrer ese mundo hostil en busca de la baliza de rescate. Siempre ha querido ser un soldado como su padre, y ahora se le presenta la oportunidad de cumplir su deseo.

De las muchas cosas malas que le pueden pasar a una película, sobre todo si forma parte del género de aventuras, una de las peores -o la peor- es que resulte aburrida. El cine reciente de M. Night Shayamalan ha pecado bastante de eso y no solo en éste sino en casi todos los géneros que ha elegido dirigir.
Resulta tan curioso como extraño recordar que hace algo más de una década atrás, el tipo nos sorprendiese a todos con uno de los mejores thrillers sobrenaturales de los últimos veinte años, "Sexto Sentido", película que lo colocó en el podio de las más fuertes promesas para el cine futuro.
Los años pasaron y salvando honorables excepciones, como "El protegido" o "Señales", nada de lo que hizo después estaba al nivel de sus prometedores comienzos. Y una vez vistos los 100 minutos que dura "Después de la Tierra" está claro que su situación no ha mejorado demasiado.
Si bien es cierto que en buena medida fue un trabajo por encargo de Will Smith, que aquí auspicia también de productor y de responsable de meter a su hijo, Jaden, como protagonista, la verdad es que eso no lo libera de su cuota de culpa.

"After Earth" no es ni por asomo lo que se prometía desde su publicidad previa. El resultado de tanta promesa terminó por ser un relato de supervivencia banal y estirado que solo lo diferencia de otros productos similares y muchísimo mejores como "Al filo del peligro" (The Edge, 1997) o "El lider" (The Grey, 2012) el hecho de desarrollarse en un ambiente de ciencia ficción y en un planeta Tierra que, aunque el guión se empeñe en decir lo contrario, podría ser el de hace 50 años o el de hoy mismo. Y es que uno no acaba de entender demasiado bien el por qué de la elección de nuestro planeta para una historia que podría haber quedado mucho mejor si se desarrollaba en cualquier otro.
Nada de lo que se muestra de ese planeta Tierra sin humanos resulta demasiado excitante de ver. El hijo de Smith enfrenta águilas, tigres y monos en su búsqueda de un dispositivo que les permita a él y a su padre ser rescatados. Pero ninguno de esos enfrentamientos son demasiado estimulantes ni bastan para que la historia no se vuelva tediosa al poco rato.
Ni siquiera la amenaza de una criatura alienigena asesina, que parece estar esperando convenientemente a atacar en los últimos cinco minutos de película, ayuda demasiado a darle más suspenso al asunto.
Padre e hijo en una de las largas chácharas de "After Earth"
La performance de Jaden Smith no ayuda mucho tampoco y resulta a la legua una equivocada elección de casting que solo puede justificarse por el hecho de que su propio padre financió el producto. Sus expresiones de miedo lucen impostadas y su radical cambio de actitud, de hijo timorato lleno de dudas a orgulloso heroe, resulta poco creíble. Sencillamente no tiene porte para aguantar un protagónico de este calibre.
Otro tanto de culpa la tiene el guión, que además de tener cantidad de huecos de lógica, se empeña en querer darle a toda la trama un fondo filosófico sobre el enfrentamiento de los miedos personales y los sentimientos de culpa, algo que el papel de Smith como padre se encarga de desarrollar vagamente espetando cada tanto frases como "el miedo está en tu mente" y cosas similares. Quisiera saber cuantos de nosotros en la vida real, perdidos en una selva llena de alimañas y con un bicho de otro planeta persiguiéndonos, nos consolaríamos con creer que el miedo solo está en nuestras cabezas.

Pero no es solo que a "After Earth" le sobren diálogos y filosofía barata; también tiene un terrible problema de ritmo que hace que las pocas secuencias de acción que tiene, además de ser muy poco excitantes, estén demasiado separadas entre sí haciendo casi imposible evitar que uno como espectador mire el reloj a cada rato esperando que la cosa se acelere. Mención aparte también para la gran cantidad de flashbacks -típicos de Shayamalan cuando quiere meter a prepo información explicativa- que intentan darle una dimensión más dramática a los personajes, pero la verdad es que no ayudan en absoluto y solo retrasan aún más la historia.

Con los evidentes altos costos de producción del film y una factura a nivel técnico bastante aceptable, cualquiera hubiese apostado antes de su estreno que "Después de la Tierra" iba a ser un taquillazo y no la enorme decepción que terminó siendo. Insisto en que no toda la culpa es de Shayamalan, pero lo cierto es que el tipo no levanta cabeza y sigue metiéndose en productos muy fuera de su estilo, algo parecido a lo que le sucedió con "El último Maestro del Aire" hace ya unos años.
Y en cuanto a Will Smith, es muy loable que se preocupe por la carrera de su hijo, pero está más que claro que la suya propia se ha ido en picado desde hace ya un buen tiempo, lo que lo debería poner en alerta para su próxima elección de papel.

Puntaje: 4/10